Así se lo ha confirmado el jefe de policía del distrito de Østlendingen, Frank Løkken, a la edición digital del rotativo local "Aftenposten", alegando que han preferido explosionar "cierto material" donde fue hallado en lugar de trasladarlo a dependencias policiales por motivos de seguridad.
Por su parte, el fiscal de la policía de Oslo, Trine Dyngeland, confirmó la decisión de los artificieros y agregó que la detonación se había llevado a cabo en una zona boscosa próxima a la granja propiedad del agresor. No obstante, ningún portavoz policial quiso informar sobre el tipo de material explosivo detectado y la cantidad, tal y como hizo ayer por la tarde el responsable policial Pål-Fredrik Hjort Kraby, que señaló que ese tipo de datos pertenecen a las investigación en marcha.
Hasta ahora tan sólo había trascendido que las fuerzas de seguridad se habían incautado de tres toneladas de fertilizantes en la propiedad rural de Breivik en Âsta, la mitad de la cantidad total que el autor del doble atentado había adquirido para fabricar explosivos. Dos horas antes de irrumpir en un campamento juvenil y tirotear a decenas de jóvenes, el ultraderechista e islamófobo Breivik hizo explotar un potente coche bomba en el barrio gubernamental de Oslo, que mató a ocho personas, hirió a una treintena y provocó graves destrozos en cuatro edificios.