Guerra Rusia-Ucrania
Polonia pide a Estados Unidos almacenar armamento nuclear
Cada día que pasa, a Putin le va a peor en la guerra y aumenta el temor a que use armas nucleares. Esto está provocando ya movimientos en varios países: Polonia ha pedido almacenar armamento nuclear de la OTAN.
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Varsovia ha vuelto a pedir ayuda a Washington por su proximidad geográfica con Rusia. Insiste en las intenciones imperialistas del Kremlin y señalan que Putin no va a parar en fronteras ucranianas. Ha sido su propio presidente, Andrzej Duda, quien ha pedido a Estados Unidos alojar armas nucleares.
Lo ha hecho en una entrevista con el diario polaco Gazeta Polska: "Siempre existe la posibilidad de participar en el Programa de Intercambio Nuclear. Hemos hablado con dirigentes de Estados Unidos sobre la posibilidad y lo están valorando", ha afirmado este miércoles el mandatario, sin aclarar con qué representante estadounidense ha hablado.
El almacenaje propuesto al país norteamericano ha sido solicitado porque, según el presidente polaco, les daría cierta seguridad defensiva. Por su parte, la Casa Blanca, ha dicho que no ha recibido ninguna solicitud. El intercambio nuclear puede abarcar desde ofrecer aviones de escolta o de reconocimiento para una misión nuclear a albergar las armas nucleares de un aliado.
¿Qué países tienen armas nucleares?
Alemania, Bélgica, Países Bajos, Italia y Turquía albergan armas nucleares estadounidenses en suelo nacional, según el Centro para el Control de Armas y la No Proliferación.
Vladimir Putin ya amenazó con utilizar "todos los medios" a su alcance para defender territorio ruso al mismo tiempo que declaró la anexión de cuatro regiones ucranianas: Lugansk, Zaporiyia, Donestk y Jersón. Y todo ello mientras las tropas rusas no dejan de retirarse desde hace varios días.
El dilema de occidente es cómo actuar ante un posible ataque nuclear ruso. Los rusos podrían organizar una detonación nuclear de demostración sobre el Mar negro, o un estallido en el aire o, en el peor de los casos, contra una población concreta.
Los ataques entre Rusia y la OTAN se han intentado evitar desde hace 80 años y, en caso de producirse, representarían un gran salto bélico internacional, convirtiendo el conflicto en una guerra sin precedentes.
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