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Portugal ve cómo la situación por el coronavirus empeora con el paso de los días en su territorio, con incremento de positivos y récord diario de hospitalizaciones desde el inicio de la pandemia, con otros 98 ingresados en las últimas 24 horas.
El total de casos activos se eleva hasta los 48.834 infectados -1.341 más que ayer- y hay que lamentar otras 27 víctimas mortales asociadas al coronavirus, que sitúan la cifra de fallecidos en los 2.343.
Este empeoramiento causa preocupación en el país luso, un ejemplo de gestión en la primera ola de la pandemia y que ahora está sufriendo el envite más agresivo de la enfermedad. Las regiones más afectadas son las de Lisboa y Norte que suman, entre ambas, 1.970 muertes.
Ante esta situación, el Gobierno portugués ya ha tomado medidas en localidades como Felgueiras, Lousada o Paços de Ferreira, donde ya se aplican restricciones de movimiento de vehículos, prohibición de visitas en residencias de mayores, reducción de horario de cierre de todo tipo de negocios, teletrabajo obligatorio o reuniones de un máximo de cinco personas.
Además, el Ejecutivo de Antonio Costa ha decretado la prohibición de circular entre diferentes ayuntamientos del territorio continental durante cinco días, entre las 00:00 del 30 de octubre y las 23:59 del día 3 de noviembre, para evitar cualquier desplazamiento en el puente de Todos los Santos, de gran tradición en Portugal. Precisamente, el día 2 de noviembre será Día de Luto Nacional en memoria de las víctimas mortales de la Covid-19.
Por otra parte, los ciudadanos siguen pendientes de que el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, estampe su firma en la ley que establece el uso obligatorio de mascarilla en los espacios públicos. La norma estará en vigor en cuanto sea publicada en el Diario oficial de la República y tendrá una vigencia de 70 días, tal y como aprobó el Parlamento portugués el pasado viernes.
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