El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte describió este lunes a su homólogo de Estados Unidos como "hijo de puta", esto llevó a Obama a cuestionar la reunión prevista para el martes en Laos, en el marco de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEA).
"Es extravagante", respondió Obama, hablando al margen de la cumbre del G-20 en China. El presidente estadounidense aseguró que ha pedido a su equipo que analice si es el momento de mantener "conversaciones constructivas". "Lo que he hecho es pedir a mi equipo que hable con la parte filipina para descubrir si se trata de un momento en el que podemos mantener conversaciones constructivas", subrayó Obama
En rueda de prensa antes de viajar a Laos, el presidente de Filipinas examinó las posibles observaciones que podría hacer Obama sobre los derechos humanos, especialmente sobre los métodos utilizados en la lucha contra el tráfico de drogas.
"Debe ser respetuoso y no sólo lanzar preguntas y comunicados. Hijo de puta, te voy a maldecir en esa cumbre", dijo a Duterte. El líder filipino advirtió al presidente de EEUU que si se veían en Laos esta semana, no mencionara la cuestión de su controvertida campaña antidrogas.
Los dos países están unidos por una alianza militar. Pero desde que llegó al poder en mayo Rodrigo Duterte, se han multiplicado los insultos contra el presidente de EEUU, además de amenazar con dejar la ONU y de romper con lazos con Washington y Canberra.
Esto ha generado críticas de la ONU y el departamento de Estado. Los filipinos han ejecutado a miles de narcotraficantes y drogadictos, la cifra oficial es de más de 2.000 muertos desde junio.
