El presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha iniciado este miércoles su visita de Estado a España con una llamada a mantener la colaboración entre ambos países contra el régimen de Nicolás Maduro y en favor de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela para lograr el restablecimiento de la democracia.
Vizcarra, que ha viajado a España acompañado de su esposa, Maribel Díaz, y varios miembros de su Gobierno, ha sido recibido por los Reyes en el Palacio Real y ha protagonizado una apretada agenda que ha incluido su intervención en una sesión conjunta del Congreso y el Senado.
Ha sido allí, ante los parlamentarios y en presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la práctica totalidad de sus ministros, donde el jefe del Estado peruano se ha referido a la situación en Venezuela. Para él, "un gobierno que oprime a su pueblo perpetuándose en el poder, no puede gozar del aprecio de quienes creemos -ha dicho- en la libertad y el progreso y en el respeto irrestricto del orden constitucional que emana de la voluntad popular".
A continuación ha expresado su satisfacción por el hecho de que tanto España como su país hayan dado su firme apoyo a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, y se hayan comprometido a trabajar de forma coordinada para impulsar el restablecimiento de la democracia en ese país.
En ese momento, los parlamentarios del PP y de Ciudadanos, encabezados por sus respectivos líderes, Pablo Casado y Albert Rivera, han prorrumpido en una larga ovación que no ha sido secundada por los miembros del Gobierno ni por el grupo socialista.
Una actitud que han reprochado los protagonistas de la ovación. De forma inmediata lo ha hecho en un tuit el portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, quien ha considerado "indignante" que el grupo de Sánchez no aplaudiese. "Quo vadis, PSOE?", se ha preguntado.
Poco después, tras reanudarse la última sesión plenaria del Congreso en la presente legislatura y que se había interrumpido por el acto en honor del presidente peruano, Casado ha exigido desde la tribuna del hemiciclo a Sánchez que explicase por qué no aplaudió a Vizcarra cuando se refirió a Venezuela. Ha asegurado que ha sentido "vergüenza ajena" por ello y ha interpretado que ha actuado así porque debe algún voto a sus socios de Podemos.
El presidente peruano ha insistido en la necesidad de seguir colaborando para que se puedan celebrar cuanto antes en Venezuela elecciones presidenciales libres, y ha mostrado su preocupación por la grave crisis humanitaria que viven los venezolanos.
A lo largo de su intervención ha apostado por seguir estrechando los vínculos entre España y Perú, ha destacado que los principios democráticos se hayan asentado en los dos países. En ese contexto ha elogiado los logros de la Constitución española y ha subrayado que, dentro de ella, todo es posible, pero nada lo es fuera del texto constitucional, y que incluso las crisis de los sistemas políticos y sociales tienen respuesta en los mecanismos previstos por la máxima norma legal.
