La cámara insertada en una sonda endoscópica fue introducida a través de un agujero en el vaso de precipitado del reactor número 2. Con esta mirada al interior del reactor los técnicos pretenden evaluar su estado y planificar las reparaciones.
Los técnicos esperan que estas imágenes ayuden a realizar una mejor evaluación para poder llevar a cabo las tareas de sellado de los agujeros y grietas abiertos en la vasija de contención.
La sonda ha constatado que la temperatura dentro del recipiente de contención es de 44,7 grados Celsius, lo que confirma que se mantuvo por debajo del punto de ebullición. Un dato que parece confirmar las informaciones facilitadas por el gobierno japonés de que se había producido un estado de parada fría, pese al escepticismo mostrado por muchos expertos.