Afganistán
Un profesor afgano rompe sus títulos académicos en solidaridad con las mujeres: "Ya no necesito estos diplomas"
El endurecimiento de leyes contra los derechos de las mujeres se agrava en Afganistán, donde ahora se les ha prohibido acceder a la universidad. Como respuesta, varios profesores han renunciado a continuar enseñando y actúan con fuertes reivindicaciones.
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El régimen talibán ha prohibido que las mujeres vayan a la Universidad. La reivindicaciones sociales son constantes, hasta el punto que un profesor ha asegurado que, "si su hermana y su madre no pueden estudiar, él no acepta ese sistema educativo". Por ello ha roto su títulos académicos en señal de protesta.
Los talibanes han prohibido que las mujeres puedan acceder a la universidad "hasta nuevo aviso", según informa la agencia afgana de noticias Jaama Press. El Ministerio de Educación Superior del país informó en un comunicado que obliga a dejar de admitir a las mujeres en las universidades públicas.
Los talibanes, que gobiernan Afganistán desde el verano pasado cuando se hicieron con el poder, han tomado medidas cada vez más discriminatorias contra las mujeres del país. Así, los centros educativos estarán cerrados para las mujeres no volverán a abrir hasta que se cree "un ambiente cultural y religioso decente".
Incluso a las alumnas de cursos superiores a sexto se les ha denegado poder incorporarse a clase, algo que sí han podido hacer los varones. En el caso de las universidades, en febrero se completó el proceso de reapertura con la imposición de una segregación por sexos.
Con su llegada al poder, los talibanes aseguraron que las mujeres afganas "no se verían afectadas" por la llegada del nuevo régimen. Sin embargo, ya en los primeros días del régimen comenzaron a verse imágenes de hombres y mujeres separados por cortinas en la universidad.
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Discriminaciones constantes
Desde que volvió este régimen al poder hace año y medio, los derechos de las mujeres se han visto sometidos a la ley más radical. Entre las decisiones que les afectan se encuentran la disolución del Ministerio de la Mujer, la prohibición de trabajar y de mostrar cualquier parte de su cuerpo, salir solas de casa, conducir, acudir a parque públicos, a baños y a gimnasios y, ahora, tampoco pueden acceder a la universidad.
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