Los estudiantes y profesores del instituto JosephKönig, en la pequeña localidad de Haltern am See, en el noroeste de Alemania, rompieron a llorar cuando supieron que 16 compañeros de clase y dos profesores iban en el avión de Germanwings que el martes se estrelló en el sur de Francia cuando iba camino a Düsseldorf.
Los alumnos de décimo grado volaban de vuelta a casa después de haber disfrutado de un programa de intercambio de una semana en España, concretamente en el instituto Giola, en Llinars del Vallès, cerca de Barcelona. Era la segunda parte del programa, después de que doce estudiantes españoles pasaran una semana en su escuela el pasado mes de diciembre.
"Era un programa de intercambio de español y volvían a casa después de haber disfrutado, probablemente, de la mejor etapa de sus vidas", dijo Sylvia Loehrmann, ministra de Educación del estado de Renania del NorteWestfalia. "Es tan trágico, tan triste, inconmensurable", dijo. La mayor parte de los alumnos tenían en torno a los 15 años. El Airbus operado por la aerolínea de bajo costo Germanwings, filial de Lufthansa, se estrelló en los Alpes franceses. Las 150 personas que iban a bordo murieron.
Germanwings confirmó que en el vuelo de Barcelona a Düsseldorf accidentado viajaban 144 pasajeros y seis miembros de la tripulación. El alcalde de Haltern am See, Bodo Klimpel, dijo que la noticia de que un avión procedente de Barcelona había desaparecido se extendió rápidamente por toda la escuela y que los alumnos comenzaron a investigar por su cuenta para intentar averiguar algo más sobre el destino de éste.
"Entonces, cuando el avión no aterrizó y eran incapaces de contactar con sus amigos y compañeros de clase por teléfono, asumieron que había ocurrido lo peor", dijo el alcalde, que intentaba luchar para no llorar durante una rueda de prensa. "Informaron a los estudiantes de que había suficientes probabilidades de que el avión no aterrizara en Düsseldorf", dijo Klimpel. "Entonces, se suspendieron las clases", dijo.
La escuela envió a los alumnos de vuelta a sus casas, pero muchos volvieron por la tarde con velas en sus manos y lágrimas en sus ojos para llorar la pérdida con el resto de compañeros del instituto. "Es el día más negro en la historia de la ciudad", dijo Klimpel, que añadió que algunos padres, aun así, habían ido al aeropuerto y a la escuela. "Estamos en estado de 'shock'. Es lo peor que podríamos imaginar".
El alcalde informó de que el colegio podría abrir sus puertas el miércoles, pero que no se impartirían clases normales. "Podría ser una oportunidad para que los estudiantes hablen de la horrible situación que ha sucedido", dijo. La localidad se encuentra a unos 30 kilómetros al norte de Dortmund y Gelsenkirchen, hogar de dos de los más importantes clubes de fútbol y antiguos pueblos mineros. También está a 50 kilómetros al norte de Düsseldorf.
La historia de Haltern am See se remonta a 1289 y quizás la persona más famosa que salió de allí fue el jugador de fútbol Crhistoph Metzelder, exdefensa alemán que jugó en el Borussia de Dortmund y en el Real Madrid. El defensa Benedikt Hoewedes, que jugó en el Schalke 04, de Gelsenkirchen, también es de ahí. Dos iglesias cercanas han abierto sus puertas para estudiantes, profesores y residentes. Las banderas del pueblo de 37.000 habitantes ondeaban a media asta.
El alcalde de la localidad española de Llinars del Vallès, Martí Pujol, aseguró a Reuters que este tipo de intercambios se habían organizado durante varios años con escuelas alemanas, entre ellas en zonas de Düsseldorf, Colonia y Hamburgo. Los alumnos españoles pasaron una semana en Haltern am See en diciembre con varias familias alemanas. "El pueblo está consternado", dijo Pujol. "Se conocían las familias, hacían amigos... Los padres los llevaron a las 6 de la mañana al tren", añadió. (Información adicional de Sarah White en Madrid. Traducido por Tamara Fariñas Rivas en la redacción de Madrid.)