Los manifestantes piden que se vaya Abdelaziz Buteflika, en el poder desde 1999, tras una década de guerra civil. A sus 82 años, el gobernante se presenta a un quinto mandato el próximo 18 de abril y la calle lleva días protestando.
En Argel han sido decenas de miles. Frente a ellos un enorme dispositivo de seguridad, que incluye helicópteros y fuerzas especiales. Este fin de semana termina el plazo para presentar candidaturas.
Buteflika, muy enfermo, no ha visto este nuevo desafío a su círculo de poder. Está en un hospital de Suiza. Desde hace seis años los argelinos no ven a su presidente; no habla en público y apenas ejerce.
La realidad es que Buteflika encarna todos los males de un país que depende demasiado del gas y el petróleo. Una nación con una corrupción rampante y un paro masivo. El presidente parece no enterarse. Rodeado de una camarilla de hombres de negocios y militares, hace años que parece haber abandonado la primera línea política.