El proyecto de Trump para convertir Gaza en la 'Riviera de Oriente Medio': islas artificiales, rascacielos...

El presidente estadounidense Donald Trump insiste en la idea de convertir la Franja de Gaza en un resort, un proyecto futurista denominado 'Gaza 2035' que se empezó a gestar en 2017 y que albergaría rascacielos, viviendas de lujo y centros empresariales.

Israel también querría conectar la ciudad con Neom, otra gran ciudad que Arabia está construyendo en medio del desierto. Ahora el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ve más cerca este sueño de la mano de Trump. Respalda la idea anunciada desde la Casa Blanca de "reubicar permanentemente" a los palestinos de la Franja en Jordania y Egipto.

"EEUU se hará cargo de la Franja de Gaza (...) Lo poseeremos y seremos responsables de desmantelar todas las bombas peligrosas sin detonar y otras armas que haya en el lugar, nivelar el lugar y deshacernos de los edificios destruidos, crear un desarrollo económico que proporcione una cantidad ilimitada de empleos y viviendas para la gente de la zona, hacer un trabajo real, hacer algo diferente", pronunciaba en una rueda de prensa junto a Netanyahu.

Tras reasentar permanentemente a los palestinos en otros países, apostaría por construir resort en la Franja de Gaza. "No quiero ser un gracioso ni un listillo, pero la Riviera de Oriente Medio... Esto podría ser tan magnífico", afirmó Trump en rueda de prensa junto al primer ministro israelí.

La idea de reconstruir Gaza y convertirla en una 'Riviera' del Mediterráneo ya la defendía el yerno de Trump, Jared Kushner. Los gobiernos han rechazado por tratarse de una nueva 'Nakba' en alusión al desplazamiento forzoso de los palestinos en 1948 con la creación del Estado de Israel. Dentro de este proyecto también estaría la construcción de islas artificiales.

Rechazo al plan de Trump

El plan ha sido rechazado por varios países, entre ellos España, que asegura que Gaza "es la tierra de los palestinos gazatíes" y que deben seguir ahí porque "es parte del futuro Estado palestino por el que España apuesta".

De esta forma, España respondía a la idea de Trump de tomar el control de Gaza a largo plazo para reconstruirla y convertirla en la nueva «Riviera de Oriente Medio», tras reasentar permanentemente a los palestinos en otros países, tal como anunció ayer.

Albares ha precisado que el futuro Estado palestino, que el Gobierno respalda, «tiene que convivir y coexistir» con el Estado de Israel, garantizando su paz y seguridad.

Hamás, por su parte, ha dicho que no permitirá que se cumplan los planes anunciados por Trump y calificó su propuesta de "racista". "El pueblo (palestino) que se ha mantenido firme durante los de guerra frente a la máquina militar más poderosa y el Ejército más criminal, y que frustró el intento de desplazarlo, seguirá apegado a su tierra y no aceptará ese plan sin importar el coste", aseguró en un comunicado el portavoz de Hamás, Abdul Latif al Qanou.

"La posición racista estadounidense es coherente con la posición de la extrema derecha israelí de desplazar a nuestro pueblo y liquidar su causa", añadió Qanou, quien hizo un llamado a la comunidad internacional para que apoyen el derecho a la autodeterminación de los palestinos frente a la ocupación israelí.

El presidente Donald Trump, desde su regreso al poder el 20 de enero, ha insistido en la idea de que Jordania y Egipto deberían aceptar más refugiados palestinos procedentes de Gaza, una idea rechazada por esos dos países, así como por Emiratos Árabes Unidos, Catar, Arabia Saudí, la Autoridad Palestina y la Liga Árabe.

"Lo que el Presidente Trump ha declarado sobre su intención de desplazar a los habitantes de la Franja de Gaza fuera de ella y el control de los Estados Unidos sobre la Franja por la fuerza es un crimen contra la humanidad y consolida la ley de la selva a nivel internacional", denunció en un comunicado el miembro del buró político de Hamás, Basem Naim.

Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com

Los altibajos del reinado de Isabel II: los escándalos que cercaron a los Windsor