El presidente ruso, Vladímir Putin, se ha mostrado dispuesto a trabajar con cualquier presidente que elija el pueblo de Estados Unidos, aunque ha reconocido discrepancias en materia internacional y de seguridad.
"Trabajaremos con cualquier jefe de Estado que sea elegido por el pueblo norteamericano. Nosotros no colaboramos con una persona concreta, sino con un país, uno muy grande y muy influyente en el mundo", dijo, en declaraciones a la televisión pública. Putin respondió así a la pregunta del entrevistador de si prefería a la candidata demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, o al republicano Jeff Bush.
En materia de seguridad, destacó que el principal problema entre Moscú y Washington es el sistema antimisiles en Europa, que el Kremlin considera una amenaza directa para la seguridad de Rusia. Además, recordó las diferencias "en algunos asuntos de la agenda internacional", en referencia al arreglo de conflictos como el de Siria o Corea del Norte, y las relaciones con países como Venezuela o Irán.
Al mismo tiempo, destacó que Rusia y EEUU cooperan en muchos otros campos con la lucha contra la proliferación de armas de destrucción masiva, el terrorismo internacional o la pobreza. "Tenemos una agenda común y estamos dispuestos a cooperar con cualquier presidente que salga elegido", agregó.
Desde que regresara al Kremlin en 2012, Putin mantiene una tensa relación con el actual presidente de EEUU, Barack Obama, quien ha abogado por imponer sanciones a Rusia desde la anexión de Crimea en marzo de 2014.
Precisamente, Obama ha reconocido abiertamente que hubiera preferido que Dmitri Medvédev, que ejerció la presidencia entre 2008 y 2012, hubiera continuado al frente del Kremlin y no hubiera cedido el cargo a Putin para convertirse en primer ministro.
A su vez, el jefe del Kremlin difícilmente verá con buenos ojos la llegada a la Casa Blanca de Clinton, a la que acusó directamente de instigar las protestas contra el fraude electoral de 2011, las mayores desde la caída de la Unión Soviética.