Putin mantiene el veto al tribunal sobre el Boeing derribado en Ucrania

Putin subrayó "la inalterabilidad de su postura" en relación con dicha iniciativa durante la conversación telefónica mantenida con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, según informó el Kremlin en un comunicado.

El jefe del Kremlin hizo estas afirmaciones horas antes de que el proyecto de resolución sobre la creación de dicho tribunal sea remitido al Consejo de Seguridad de la ONU a propuesta de Malasia, a cuyo país pertenecía el avión derribado el 17 de julio de 2014.

En víspera del primera aniversario de la tragedia, el líder ruso ya consideró "prematuro" y "contraproducente" la posibilidad de que se cree un tribunal para juzgar a los culpables del derribo del aparato cuando sobrevolaba la región de Donetsk.

Putin destacó la necesidad de "un pleno cumplimiento de la resolución 2.166 del Consejo de Seguridad aprobada el 21 de julio de 2014 con el respaldo de Rusia que contempla una investigación profunda e independiente".

Y lamentó que los países que abogan por crear un tribunal internacional sobre este asunto no hayan apoyado la propuesta rusa de una nueva resolución del Consejo de Seguridad.

Además, Putin aseguró que Rusia sigue dispuesta a cooperar estrechamente para esclarecer las causas y las circunstancias que rodearon la tragedia.

Aunque también criticó el hecho de que los expertos rusos no puedan acceder a todas las pruebas recabadas por los especialistas holandeses y de otros países.

Esta semana Vitali Churkin, embajador ruso ante la ONU, ya adelantó que votará en contra del proyecto malasio, aduciendo que se trata de un "paso hacia la confrontación" que "es muy peligroso".

"Votaremos en contra y de eso no me cabe ninguna duda. Si la resolución consigue nueve o más votos, habrá veto. Lamentablemente, creo que lo más probable es que sume nueve votos", dijo.

Churkin resaltó que Rusia mantiene que la catástrofe del Boeing MH17 es un caso penal y no una amenaza a la paz y seguridad internacionales, como propone Malasia.

La resolución malasia, cuya aerolínea Malasian Airlines fletó el avión siniestrado, ha recibido el apoyo de Ucrania, Bélgica, Australia y Holanda, cuya ciudadanía ostentaban casi 200 de los pasajeros del aparato.

Ucrania y las cancillerías occidentales acusan a los rebeldes prorrusos de derribar el avión cuando este sobrevolaba una zona bajo su control, algo que es negado por Moscú, quien acusa a Kiev de encubrir pruebas.

Días antes del aniversario, un informe elaborado por investigadores holandeses responsabilizó directamente a los insurgentes de derribar el avión con un misil tierra-aire.