Vladimir Putin votaba sin mascarilla ni guantes en el referéndum para una nueva Constitución en Rusia que le permitirá perpetuarse en el poder más allá de 2024, cuando acaba su mandato actual.
Esa reforma convertirá a Vladimir Putin en un líder ruso casi eterno. Estará en condiciones de superar los 30 años que estuvo Stalin en el poder.
Según los primeros resultados, el 72% de los rusos ha votado a favor de las enmiendas a la Constitución que permitirán al presidente del país, Vladimir Putin, mantenerse en el cargo hasta el año 2036. Además, el 26,8% ha rechazado por el momento las enmiendas constitucionales en una votación que ha contado con cerca del 65% de participación.
Lo más llamativo es que para fomentar el voto, Vladimir Putin sorteará cientos de regalos, desde pizzas a apartamentos y dinero en metálico entre quienes han participado.
Los rusos han tenido una semana para votar una Constitución que menciona a Dios y define el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
Vladimir Putin se podría convertir así en el gobernante más longevo de la historia moderna. Ha sorteado crisis y atentados. No admite críticas ni oposición y ha prometido devolver a Rusia el esplendor de los zares. Aunque su popularidad se ha resentido por la gestión de la pandemia de coronavirus. Ante la insistente pregunta de si ha elegido sucesor, asegura que no ha decidido si dejará de ser presidente.
Disfruta mostrando su excelente forma física pero no admite preguntas, ni hay imágenes, de su vida privada. Está divorciado, es padre de dos hijas que le han hecho abuelo. Y según algunos medios, lleva años con una antigua gimnasta olímpica mucho más joven que él. Por supuesto, el Kremlin guarda silencio.