Aranceles

¿Qué consecuencias tendrán los aranceles entre Estados Unidos y China en la economía mundial?

En 2024, entre ambas potencias el comercio ascendió a 513 mil millones de euros. Estados Unidos importa mucho más de China que viceversa, y este segundo fabrica el 80% de los paneles solares, el 90% de los ingredientes para antibióticos y controla casi todo el mercado de tierras raras.

El presidente de China, Xi Jinping, en una foto de archivo

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Es entre Estados Unidos y China donde la lucha se ha enquistado más aún. Pekín pone hoy en vigor aranceles del 125% a productos estadounidenses en respuesta al 145% aplicado por Washington. Se trata de una subida de aranceles del 84 % al 125 % sobre todos los productos importados desde Estados Unidos a China. Nuevo episodio por tanto de la creciente guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

La medida fue anunciada este viernes por el Comité de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado, que la justificó como una respuesta directa a las últimas tasas aprobadas por Washington.

Y, ¿qué consecuencias traerá este conflicto? Pues para que se hagan una idea, solo entre ambas potencias el comercio ascendió el año pasado a 513 mil millones de euros. Pero eso sí, Estados Unidos importa mucho más de China que al revés. China fabrica el 80% de los paneles solares, el 90% de los ingredientes para antibióticos y controla casi todo el mercado de tierras raras, claves para móviles, coches eléctricos o similares.

Además, en Estados Unidos seis de cada 10 prendas de ropa y 7 de cada 100 juguetes llevan etiqueta Made in China y si de algo depende el gigante asiático de Estados Unidos es de su soja (le exportan un 9%) para poder alimentar a sus más de 440 millones de cerdos. Con esta balanza sustituir a China como proveedor va resultar difícil.

Desplome de la bolsa estadounidense

Esta guerra comercial entre las dos superpotencias económicas ha desplomado la bolsa de Estados Unidos y alimentado el temor a una recesión global. A pesar de ello Donald Trump deja sin respuesta la represalia de Pekín y afirmó en las últimas horas que sigue confiando en que la guerra comercial tenga un resultado positivo. Incluso aduló al presidente Chino asegurando que se trata de un líder muy bueno e inteligente.

Por su parte, el Ministerio de Comercio de China acusa a Estados Unidos de aplicar una política de "unilateralismo coercitivo" y calificó la reciente ofensiva arancelaria como un "juego de números sin sentido económico".

Según un comunicado difundido por el citado departamento, los productos estadounidenses "ya no tienen mercado real en China" y cualquier nuevo gravamen será "irrelevante" y acabará convertido "en una burla en la historia de la economía mundial".

El portavoz de Exteriores chino Lin Jian afirmó este viernes que China "no desea una guerra comercial, pero no la teme", y advirtió a Washington que abandone las presiones si realmente desea resolver las tensiones "por la vía del diálogo".

En su opinión, las contramedidas de Pekín protegen sus intereses legítimos y el orden internacional basado en normas.

Así las cosas, China planea presentar una nueva demanda ante la Organización Mundial del Comercio, aunque reconoció que su alcance será limitado por el bloqueo estadounidense al órgano de apelación.

En paralelo al pulso arancelario con Estados Unidos, Pekín ha intensificado su agenda diplomática en Asia: el presidente Xi Jinping iniciará la próxima semana una gira por Vietnam, Malasia y Camboya, en lo que el Gobierno chino considera una "prioridad diplomática" para reforzar la cooperación económica y amortiguar el impacto regional de la disputa comercial.

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