Primeros detenidos entre los convocados ante la base militar americana del Área 51 donde se supone que se guardan evidencias de la vida extraterrestre.
A Matty Roberts, un estudiante de 20 años de Bakersfield (California) se le ocurrió una cita a través de un grupo de Facebook: asaltar el Área 51, la secreta y muy conocida base militar norteamericana en el desierto de Nevada, donde dicen que se conservan las evidencias de la vida extraterrestre, restos de naves y hasta de cuerpos de alienígenas.
La convocatoria, reconoce Roberts, se le fue de las manos y él mismo lo reconoció. Cuando la convocatoria se hizo viral, el mismísimo FBI llamó a su puerta y tuvo que justificar que no preparando una conspiración. Ante la avalancha de comentarios y mientras el número de “asistentes” ascendía al millón de personas, la Fuerza Aérea de EE UU a través de su portavoz, Laura McAndrews, explicó que "cualquier intento de acceder ilegalmente a las instalaciones militares o áreas de entrenamiento militar es peligroso".
Las redes sociales y el gusto americano por este tipo de eventos ha hecho el resto. Se ha convertido en una cita entre la protesta, la fiesta, el marchandising puramente comercial. Los primeros en acercarse a la base ya han sido detenidos, además eran extranjeros, y tras pasar por la cárcel han tenido que pagar una fianza. Habrá que ver cuántos de ese más de un millón de enganchados a la cita termina apareciendo ante el Área 51.
