¿A qué sanciones se enfrenta un eurodiputado por hacer el saludo nazi en la Cámara?

Este miércoles por la tarde un eurodiputado conservador búlgaro fue acusado de realizar un saludo a lo nazi en la Eurocámara, un gesto que fue definido por la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, como "inaceptable siempre y en cualquier parte".

El eurodiputado, Angel Dzhambazki, ha negado que hiciese un saludo nazi y se ha defendido diciendo que se ha confundido "un simple saludo con un saludo nazi". "Me disculpo si mi saludo inocente, que pretendía ser una disculpa, ha insultado a alguien", ha expresado el eurodiputado, que también ha reprochado que "esto es un caso grave de reducción al absurdo".

Las normas de la Eurocámara

En el reglamento de la Eurocámara se expresa que todos los parlamentarios que ejercen sus funciones en ella deben comportarse con "respeto mutuo" y basarse en "los valores y principios establecidos en los Tratados, y en particular en la Carta de los Derechos Fundamentales".

Añade que "los diputados preservarán la dignidad del Parlamento y no dañarán su reputación", así como no "comprometerán el desarrollo normal de los trabajos parlamentarios, perturbarán el buen orden del salón de sesiones y se abstendrán de comportamientos incorrectos".

La sanción a la que podría enfrentarse

Pese a las explicaciones de Dzhambazki, la presidenta del Parlamento Europeo sí ha visto con comportamiento impropio y ofensivo. "Me ofende a mí y a todo el mundo en Europa. Somos los representantes de lo opuesto. Somos la casa de la democracia. Ese gesto es del capítulo más oscuro de nuestra historia y ahí es donde debe quedarse", escribió Metsola en su cuenta de Twitter.

Ahora, la presidenta debe pedir al Eurodiputado que presente sus alegaciones a través de un escrito o convocarlo ante una audiencia para que se defienda. "En la apreciación de los comportamientos observados habrá de tenerse en cuenta su carácter excepcional, recurrente o permanente, así como su gravedad. También se tendrán en cuenta, en su caso, los posibles daños infligidos a la dignidad y la reputación del Parlamento", explican las normas de la institución.

Las sanciones pueden ir desde una amonestación, la pérdida de derecho a las dietas de 2 a 30 días, la suspensión temporal de participar en actividades parlamentarias de 2 a 30 días. También se le puede prohibir que represente al Parlamento Europeo en conferencias o la limitación al acceso de la información confidencial durante un año. La presidenta puede proponer "la suspensión o al cese del diputado de uno o varios de los cargos que ocupe en el Parlamento".

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