Quejas en un tranquilo pueblo por el festival de sexo para swingers más grande de Gran Bretaña: "Los gritos y gemidos no nos dejan dormir"

Swingathon no es un festival de verano como los demás. Este evento que tiene clasificación X gira alrededor del sexo y el fetichismo. Pese a que lleva años celebrándose todas las ediciones están envueltas en la misma polémica: las quejas que genera entre una parte de los vecinos de la pequeña localidad en la que se celebra que contrasta con la excitación de los miles de asistentes.

Se celebra durante 4 días en un pueblo tranquilo de Inglaterra, Allington en Lincolnshire. La actual edición se prevé como la más numerosa hasta la fecha con miles de entradas vendidas.

Es el festival de swingers más grande de Gran Bretaña y ofrece 'carpas de juegos', bailes en barra, jacuzzis, fiesta de la espuma, mazmorras móviles y bingo con tapones anales.

Como novedad, el evento también incorpora otro festival obsceno dirigido a fetiches llamado FetFest, con puestos de BDSM y juguetes sexuales, "áreas de juego privadas que se pueden reservar" y un área de lanzamiento de látigos "para practicar".

Además, habrá música de bandas, DJ, bailarines y números de comedia. El organizador destaca además que este año hay un "enorme espacio LGBT".

Los residentes de esta localidad se quejan de que años pasados los "gritos y gemidos" no les dejaban dormir. La población de Allington se multiplica durante estos días.

En el otro lado de la moneda, los organizadores Matthew Cole y Kerry Voellner, celebran que este año hayan encontrado mayor colaboración por parte del Ayuntamiento. Cada pareja ha pagado 265 libras por la entrada y con ella pueden hacer uso de la ducha y de la conexión eléctrica.

Si el año pasado acudieron 500 personas a este festival, en esta ocasión se han vendido 1.000 entradas. Ellos venden este festival como "un festival normal para personas con estilos de vida alternativos".

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