Lo que los votantes demócratas de Iowa decidirán este lunes es, en esencia, si le dan una oportunidad a la sorpresa o a lo poco convencional o si, por el contrario, apuestan e invitan a su partido a apostar por la candidatura más previsible y, en principio, con más posibilidades de vencer a Donald Trump en septiembre.
La primera opción sería Bernie Sanders, el candidato más progresista pero que el medio país no demócrata ve como casi comunista, similar a Elizabeth Warren.
También una apuesta atrevida sería Pete Buttigieg, cuya juventud es tanta promesa como incógnita.
La opción convencional es el favorito, Joe Biden, que promete ser una especie de Obama 2. El problema es que levanta poco entusiasmo.
Una victoria suya esta noche le elevaría a condición de candidato casi inevitable.
Una derrota suya convertirá la carrera por la candidatura demócrata en una larga montaña rusa quizá hasta primavera por lo menos.
¿Qué son los caucus?
Son reuniones en las que se vota a mano alzada a los candidatos. Tienen lugar en locales públicos y privados. Solo son válidos los grupos de electores que tengan al menos un 15% del total de los votantes reunidos.
No importa quién gana, porque Iowa es un estado poco significativo pero sí es importante quién pierde, porque incluso puede retirarse de la carrera a la presidencia. Los resultados demócratas marcarán la campaña presidencial.