Un portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear e Industrial japonesa, Hidehiko Nishiyama, ha informado de que los niveles de yodo radiactivo en el agua de mar recogida en las inmediaciones de la central nuclear de Fukushima-1 supera ya en 1.250 veces el límite legal.
Beber medio litro de este agua supondría exponerse a un milisievert de radiación, el límite anual recogido en las leyes japonesas, ha señalado Nishiyama, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias japonesa Jiji.
Sin embargo, Nishiyama ha descartado que esta radiación pueda suponer un riesgo para la salud humana ya que se ha ordenado una zona de evacuación en un radio de 20 kilómetros en torno a la central y se ha prohibido la pesca en las aguas afectadas.
La muestra de agua fue recogida a las 8.30 horas de este sábado (0.30 hora peninsular española) a unos 330 metros al sur de uno de los desagües de la central nuclear que vierte al mar el agua procedente de los reactores 1 y 4 de la planta.
En una rueda de prensa, un portavoz de este organismo detalló que estos niveles se detectaron a primera hora de hoy en muestras de agua marina recogidas muy cerca de la central nuclear, en las que ayer la concentración de yodo radiactivo era 140 veces superior al límite.
El nivel detectado hoy supone que, si un adulto bebiese medio litro de este agua, recibiría una radiactividad de 1 milisievert, detalló el portavoz. En la planta de energía atómica de Fukushima los operarios continúan los esfuerzos para restablecer el sistema de refrigeración de los reactores, dañado por el devastador terremoto y el tsunami que el 11 de marzo asolaron el noreste de Japón.
Ayer se detectaron altos niveles de radiactividad en agua acumulada en varios lugares de la central, que obligaron a hospitalizar a dos operarios e impidieron proseguir los trabajos dirigidos a activar las bombas de agua.
Ahora la empresa sopesa cómo retirar el agua contaminada que se ha detectado en las salas de turbinas de varios reactores. Mientras tanto, continúa la inyección de agua desde camiones para evitar un sobrecalentamiento: ayer, viernes, se comenzó a verter agua dulce sobre las unidades 1 y 3, en lugar de agua marina, para evitar que la sal cristalizada bloquee válvulas o tuberías.
Se hará lo mismo con el reactor 2, al que además se prevé devolver parcialmente la electricidad en la sala de control, algo que ya se ha logrado en los reactores 1 y 3. El reactor 3 está considerado el más peligroso porque es el único que además de uranio contiene plutonio.