Rafael Duarte, amigo de Ignacio Echeverría, el español que perdió la vida en los atentados de Londres cuando trató de defender a una mujer a la que estaban intentando apuñalar, explica que una de las pocas cosas que puede consolar en este momento a la familia es que a medida que van hablando con amigos y testigos, han conocido que los terroristas estuvieron enzarzados casi un minuto con Ignacio, "un minuto en el que el Borough Market estaba atestado de gente" y que gracias a ese minuto "mucha gente se pudo salvar, mucha gente huyó" porque en esos momentos "cada segundo cuenta y el tiempo que estuvieron con Ignacio y él golpeando con su monopatín, mucha gente se pudo refugiar en bares y cerrar las puertas", señala.
"No se sabe a cuántas personas pudo salvar, personas anónimas que nunca le conocerán, pero que su acción heroica ayudó a poner a salvo", subraya.
Preguntado sobre la mujer a la que intentó socorrer Echeverría, Duarte explica que en estos casos es muy difícil saber nada, "al igual que de aquellas personas que pudieron huir del ataque gracias a que hubo una persona que con un patinete empezó a dar golpes a diestro y siniestro a esos tres terroristas".
El amigo de Ignacio Echeverría cuenta que fue a socorrer a una mujer, pero que hubo un momento en el que los tres terroristas estaban con él. "Ignacio se enfrentó enfrentó a uno de ellos con el monopatín y cayó herido, los otros dos en seguida fueron a rematarle y ahí hubo un tiempo, ese minuto de oro, que sirvó a mucha gente para correr".
En cuanto a la demora de Reino Unido a la hora de identificar el cadáver de Echeverría y la falta de delicadeza con su familia, Duarte explica que al principio la familia no se lo creía, pero conforme pasó el tiempo, cada vez se quedaban más perplejos por la tardanza, una sensación que se ha convertido en "indignación y desesperación".
Cuenta que este jueves la familia iba a mantener una reunión con el jefe forense de la Policía de Londres, donde podrían aclarar algo y que en torno al mediodía podrían ver el cadáver de Ignacio a través de un cristal. "Todo esto hace que sea muy complicado para los padres gestionar el duelo y eso no es comprensible, es algo que no se ve ni en países tercermundistas", señala Duarte, que añade que todavía no saben cuándo van poder tocar el cuerpo de su hijo.
Este miércoles precisamente, la madre de Ignacio expulsó a uno de los delegados de la Policía cuando le estaba contando lo ocurrido porque no se entiende cómo están actuando. "Es una falta de humanidad y tacto que no se puede comprender", dice "sobre todo cuando el atentado fue con este tipo de armas, no era una explosión".
Sobre las especulaciones que hablan de que Ignacio pudo ser abatido, Duarte explica que "en ese momento no se escucharon disparos, los disparos se escucharon después", pero por "alguna oscura razón no querían decir que había un español entre los fallecidos".