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RECHAZAN CUALQUIER RESPONSABILIDAD

Rebeldes prorrusos dan "acceso limitado" a la OSCE al lugar del accidente

Los milicianos separatistas prorrusos que controlan la zona donde se produjo la tragedia aseguraron facilidades a los equipos de investigación internacionales pero no se está cumpliendo sobre el terreno. Los observadores de la OSCE han denunciado que "no tuvieron la libertad de movimiento que necesitan".

Rebeldes prorrusos negaron el pleno acceso a los observadores de la OSCE en el lugar del accidente del avión malasio, supuestamente derribado en el este de Ucrania, confirmó la organización multilateral. Según el embajador suizo ante la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), Thomas Greminger, cuyo país presidente el organismo este año, "grupos locales, ilegales y armados" impidieron el pleno acceso al lugar a los observadores.

Un grupo de 21 observadores de la OSCE estuvieron durante la tarde durante 75 minutos en el lugar del accidente, donde se produjeron además varios disparos al aire por parte de los rebeldes, agregó el diplomático helvético ante la prensa en Viena. Tras la visita al lugar del accidente, los observadores fueron traslados "por razones de seguridad" a la cercana ciudad de Donetsk pero tienen previsto volver este sábado "con seguridad" al lugar del siniestro.

"Es un problema que debe ser tratado e instamos a todos los que tienen influencia sobre los actores en el terreno a que aseguren que el acceso mejore", manifestó Greminger. Los observadores "recibieron acceso limitado pero no el necesario para hacer su trabajo. No tuvieron la libertad de movimiento que necesitan", concluyó el diplomático suizo.

Paralelamente, los separatistas prorrusos mantienen que no poseen ni saben usar armas tan sofisticadas como las que habrían causado el derribo del avión y acusan del ataque a la fuerza aérea ucraniana. El primer ministro de la autoproclamada República de Donestsk, Alexander Borodai, ha dicho que para ellos "es técnicamente imposible". "Nuestras defensas aéreas se limitan a armas artesanales. No funcionan más allá de 600 metros", ha explicado.

Lo que no dicen los prorrusos es que a finales de junio tomaron una base de defensa antiaérea que tenía un sistema móvil de lanzamisiles Entonces, las autoridades ucranianas declararon que estaba averiado.

Mientras, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha pedido una investigación. No acepta responsabilidades y señala al ejército ucraniano. Moscú ha comunicado que, el día del siniestro, los radares de las lanzaderas de misiles vecinas se activaron cerca del área de la explosión. No es la única acusación. Su ejército cree que el verdadero objetivo del misil era el avión del presidente Putin, que regresaba de Brasil casi al mismo tiempo que el Boeing era derribado en el mismo corredor aéreo.

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