El G-8 reclama una "solución política" para Siria sin pedir a Al Assad que abandone el poder

Los países del G-8 han subrayado la necesidad de que Gobierno y oposición sirios alcancen una "solución política" al conflicto iniciado hace más de dos años, en un comunicado final que ha apelado al consenso entre las partes sin pedir la dimisión del presidente sirio, Bashar al Assad.

La cumbre, que ha dejado patentes las diferentes posturas en el tema sirio, ha concluido con un llamamiento a una "solución política" que incluye, entre otras cuestiones, la formación de un "Gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos" y constituido por "consenso mutuo".

Insisten en celebrar pronto la conferencia de Ginebra

En aras de este acuerdo, los países del G-8 han insistido en la necesidad de celebrar "cuanto antes" la conferencia de paz de Ginebra, a la que están convocados el régimen de Al Assad y los representantes de la oposición. Para que esta cumbre concluya con éxito, "ambas partes deben comprometerse de forma seria y constructiva" y trabajar por la "estabilidad" y la "reconciliación".

A la espera de que pueda llegar esta solución, Siria vive una "tragedia" que ha causado más de 93.000 muertos, 4,2 millones de desplazados y 1,6 millones de refugiados. Esta situación requiere de "contribuciones excepcionales" y "acordes con la magnitud del problema, según el G-8.

Así, los dirigentes políticos reunidos en Irlanda del Norte han pactado la entrega de "casi 1.500 millones de dólares" (1.100 millones de euros) para atender los llamamientos de la ONU.

"Instamos a otros países y organizaciones a adoptar compromisos similares", han añadido, para acto seguido solicitar a las partes en conflicto que permitan el "acceso inmediato" de las agencias internacionales a la población civil, especialmente en las "zonas más afectadas" como Al Qusair.

Armas químicas
Respecto a las armas químicas, el G-8 se ha limitado a "condenar" su "posible uso", sin señalar a ninguna parte como responsable. Ha pedido al Gobierno y a la oposición que permitan el acceso de un equipo de la ONU para realizar una "investigación objetiva" que permita aclarar las sospechas sobre este tipo de armamento.

"Estamos comprometidos para que quien pueda ser señalado como responsable del uso de armas química rinda cuentas" ante la justicia, ha proseguido la nota, que ha recordado la "necesidad" de que estos equipos estén almacenados de forma "segura".

Las principales economías del mundo también han reclamado la restitución de los servicios públicos en Siria, lo cual "incluye a las fuerzas militares y los servicios de seguridad". "Sin embargo, todas las instituciones gubernamentales y oficinas públicas deben actuar conforme a criterios profesionales y de Derechos Humanos" y  "operar bajo un liderazgo que inspire confianza", han advertido.

Aislamiento ruso
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha desmentido este martes que se haya sentido aislado en la cumbre del G-8 por su postura sobre Siria y ha vuelto a defender su colaboración con el régimen de Bashar al Assad, al tiempo que ha alertado del riesgo de enviar armas a los combatientes opositores.

Putin ha comparecido al término del encuentro para restar importancia a las diferencias evidenciadas con sus interlocutores en relación a la guerra en Siria. El mandatario ruso ha vuelto a criticar la posibilidad, barajada entre otros por Reino Unido y Estados Unidos, de armar a la oposición. Para Putin, este tipo de armas pueden terminar en manos de terroristas y siendo utilizadas para cometer atentados en suelo europeo.

Putin niega sentirse aislado en el G-8

En cambio, ha defendido los acuerdos entre Moscú y Damasco, gracias a los cuales el régimen de Al Assad recibe equipos militares, según la agencia Reuters. Putin ha insistido en que se trata de contratos ya firmados, si bien no ha descartado en su comparecencia que las dos partes puedan llegar a otros acuerdos en el futuro.

Respecto al uso de armas químicas en Siria, Putin ha apuntado que otros líderes del G-8, y no sólo él, también han expresado sus dudas sobre la posibilidad de que el Gobierno de Al Assad haya utilizado este tipo de armamento.

En líneas generales, Putin no ha escatimado críticas a la postura de dirigentes como el británico David Cameron o el estadounidense Barack Obama, quien precisamente ha recalcado en su comparecencia la importancia de construir una oposición fuerte que sirva como alternativa ante un eventual fin del régimen de Al Assad.

El presidente de Francia, François Hollande, ha coincidido con Barack Obama en la importancia de dar apoyo humanitario, material y político a la oposición, si bien ha desmarcado de esta colaboración a los elementos "terroristas" que también combaten contra las fuerzas leales a Al Assad, según la BBC.

Hollande ha explicado que Putin ha aceptado seguir hablando sobre el tema para tratar de acercar posturas y ha puesto de ejemplo el pacto para reclamar una investigación sobre el uso de armamento químico.

En la misma línea, David Cameron ha defendido el acuerdo alcanzado al término de estos dos días, incluido el llamamiento para una investigación sobre las armas químicas, y ha marcado distancias con Al Assad. "No se puede imaginar una Siria donde este hombre continúe gobernando", ha indicado en rueda de prensa.

Por su parte, el primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha reconocido que el resultado de la cumbre, en relación al tema sirio, ha sido "mucho mejor" de lo que esperaba.

Harper ha achacado este optimismo a los gestos de Rusia y, en particular, a que haya reclamado junto al resto de países el fin de los combates. "Creo que es un cambio muy significativo por parte de Putin y los rusos", ha añadido.

Rusia se ha convertido en el único aliado que le queda a Al Assad entre las principales potencias, tal como ha quedado plasmado durante estos dos días de cumbre en Irlanda del Norte.

El viceministro de Exteriores ruso, Sergei Riabkov, ha reconocido que su delegación ha bloqueado una mención expresa al futuro del presidente sirio en el comunicado final del encuentro. Los esfuerzos de Moscú se concentran por el momento en la celebración de la cumbre de paz de Ginebra.

Estados Unidos y Rusia acordaron en mayo la celebración de dicho foro, heredero del que tuvo lugar en Ginebra a mediados del año pasado. Inicialmente se especuló con que las negociaciones durarían semanas y su celebración sería inminente, pero fuentes consultadas por Reuters han advertido de que, previsiblemente, la reunión no se producirá antes de agosto.