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HAY SEIS DETENIDOS
Un refugiado kurdo de 17 años, entre la vida y la muerte tras la brutal paliza de ocho personas en Londres
El joven estaba esperando en una parada de autobús junto a dos amigos frente a un pub del sureste de Londres. Un grupo de ocho personas se acercó y le patearon reiteradamente.
Seis jóvenes han sido detenidos por su presunta implicación en una brutal agresión sufrida por un solicitante de asilo adolescente que se debate entre la vida y la muerte.
La xenofobia se ha multiplicado en Reino Unidodesde la campaña del referéndum del 'Brexit'.
Los detenidos, cuatro hombres y dos mujeres de unos 20 años, están acusados de intento de asesinato por este ataque, según ha informado la Policía Metropolitana de Londres y recoge la agencia de noticias Press Association.
El secretario de Estado de Vivienda y Planificación, Gavin Barwell, diputado electo por el distrito del incidente, ha condenado este "abominable" ataque que la Policía está tratando como un crimen de odio.
La víctima es un kurdo iraní de de 17 años que estaba esperando en una parada de autobús junto a dos amigos frente a un pub del sureste de Londres en la noche del viernes. Un grupo de ocho personas se acercó y cuando se percataron de que era extranjero le atacaron con patadas reiteradas cuando estaba ya en el suelo y con la clara intención de golpearle en la cabeza.
La víctima tiene graves lesiones en la cara y en el resto de la cabeza, una fractura craneal y un coágulo en el cerebro. Está ingresado en un hospital con pronóstico grave pero estable. Los dos amigos de la víctima pudieron huir con heridas menores, según Scotland Yard, que trabaja ya para ponerse en contacto con los allegados al joven.
"Parece que los sospechosos preguntaron a la víctima de dónde era y cuando se percataron que era un solicitante de asilo le persiguieron y le atacaron brutalmente", ha explicado un detective de la Policía, Kris Blamires.
El jefe de la Policía del distrito de Croydon, Jeff Boothe, ha condenado este "salvaje ataque" y ha destacado que la intervención de otros transeúntes y la llegada de la Policía impidieron que las consecuencias fueran más graves.
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