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EN EL CENTRO DE SANTIAGO
Registran la Conferencia Episcopal chilena en el marco de una investigación por abusos sexuales
Agentes de las unidades de delitos sexuales y cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI) inspeccionaron las oficinas de la Conferencia Episcopal, una operación que duró unas dos horas y en la que participaron varios fiscales.
La Policía chilena ha registrado la sede de la Conferencia Episcopal, en el centro de Santiago, por orden del fiscal Raúl Guzmán, quien encabeza la investigación de los abusos sexuales presuntamente cometidos por miembros de la Congregación Marista. Agentes de las unidades de delitos sexuales y cibercrimen de la Policía de Investigaciones (PDI) inspeccionaron las oficinas de la Conferencia Episcopal, una operación que duró unas dos horas y en la que participó Guzmán junto a otros dos fiscales.
La PDI y los fiscales registraron después la sede de la Congregación de los Hermanos Maristas en Chile. Ambos operativos permitieron obtener documentación y archivos informáticos sobre los casos de abusos sexuales contra menores presuntamente cometidos por miembros de esa congregación en los colegios que administran en Chile.
"Los antecedentes dicen relación con hechos que se están investigando que pueden ser constitutivos de delito y eso involucra tanto a víctimas como eventuales imputados", declaró a los periodistas al fiscal Guzmán, al finalizar el registro en la Conferencia Episcopal. Por su parte, el portavoz de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro, señaló en rueda de prensa, horas después del registro, que "se ha procedido a hacer entrega de los antecedentes que han sido requeridos en el día".
Enfatizó que los obispos que conforman la Conferencia Episcopal han reiterado la firme voluntad de la Iglesia de colaborar con las instancias del Ministerio Público y con la justicia en general "con el fin de poder esclarecer la verdad y poder hacer justicia sobre delitos gravísimos ocurridos en Chile".
Al menos una decena de religiosos maristas han sido denunciados por abusos sexuales a una treintena de menores en colegios de la congregación desde la década de los setenta del siglo pasado. Los casos de los maristas se suman a otras denuncias de abusos contra miembros de la Iglesia católica, que han llevado al clero de Chile a la peor crisis de su historia. Durante las últimas semanas la Fiscalía chilena ha registrado varias sedes eclesiásticas en busca de información y antecedentes para sus investigaciones.
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