La reina Letizia luce un estilismo negro con mantilla y broche de perlas de la reina Victoria Eugenia

La Plaza de San Pedro del Vaticano acoge el funeral del papa Francisco, al que asisten miles de fieles y representantes institucionales de todas partes del mundo. Entre las monarquías católicas asistentes destaca la española, con el rey Felipe VI y la reina consorte Leticia, representando a todo el país.

El sumo pontífice quería un funeral sencillo, sin lujos ni ostentaciones. El riguroso protocolo y las normas no escritas marcan estos eventos, haciendo que el mundo observe atento todo lo acontecido en este momento histórico.

Un tema principal es el vestuario. Leticia ha optado por un vestido regio de color negro con corte midi, por debajo de las rodillas, acompañado por un bolso de Carolina Herrera y unos zapatos de tacón negro.

Haciendo gala de la solemnidad y el respeto que esta ocasión requiere, Leticia ha demostrado el amplio conocimiento del protocolo que la caracteriza. Los reyes han optado por un estilo sobrio y austero, que sigue fielmente la tradición centenaria marcada por los funerales de Estado en el Vaticano.

Destaca el broche cargado de historia seleccionado por Leticia y perteneciente a la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII. Esta es una de las joyas de pasar que dejó la monarca en herencia a sus sucesoras. Es una pieza circular de oro de la que cuelga una perla en talla pera y que está decorada por una gran perla circular rodeada por dos halos de diamantes.

A su vez, Leticia ha optado por unos pendientes de perlas blancas.

Perlas, la joya del luto

La tradición dictamina que en los funerales de Estado del Vaticano los adornos deben ser mínimos y regios. El uso de perlas es una costumbre histórica occidental, siendo consideradas como las joyas más apropiadas para transmitir tristeza, respeto y pureza.

Las características de esta joya, su forma de lágrima y su opalescencia, la convierten en la joya predilecta para los funerales.

España, el único país que puede llevar peineta

Las reinas de España se diferencian de las demás al contar con un privilegio reservado exclusivamente a ellas: la peineta. Sin embargo, Leticia ha usado este derecho en contadas ocasiones. Decidió lucirla en 2004 durante su primera visita al Vaticano.

En sus viajes posteriores a la Santa Sede, en 2011 y 2013, Leticia decidió prescindir de la mantilla con peineta.

Privilège du blanc

En una audiencia con el papa, las únicas personas que pueden optar por el color blanco a la hora de vestir (Privilège du blanc) son las reinas católicas y consortes de monarcas católicos. El resto de las mujeres deberán vestir de negro.

Las únicas seis personas que pueden beneficiarse de este privilegio actualmente son Sofía de España, esposa del rey emérito Juan Carlos I; Leticia Ortiz, reina consorte; la reina Paola, consorte del rey Alberto II de Bélgica; la reina Matilde, actual reina de Bélgica; Charlene de Mónaco y la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo.

A pesar de que Mónaco es un principado, el Vaticano le otorgó este honor debido a la gran relación y los fuertes vínculos que unen a ambas naciones.

Actualmente, esta excepción no se aplica en funerales, donde se impone el luto.

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