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TRAS RESTAURARLO
El reloj astronómico de la Plaza Vieja de Praga vuelve a sonar nueve meses después
La restauración del reloj ha durado nueve meses y ha costado 380.000 euros. En esta restauración, la primera integral desde la Segunda Guerra Mundial, se le ha devuelto su carácter gótico original del siglo XV.
El famoso reloj astronómico de la Plaza Vieja de Praga vuelve a sonar esta tarde tras una restauración que ha durado nueve meses y ha costado 380.000 euros.
En esta primera restauración integral desde la Segunda Guerra Mundial se le ha devuelto al reloj su carácter gótico original del siglo XV.
Puntualmente a las 18.00 hora local (16.00 GMT) las autoridades de Praga vuelven a reactivar el reloj, una del atracciones turísticas más importantes de la ciudad.
Los turistas, que cada hora se congregan para ver desfilar a los apóstoles bajo los compases de campanadas accionadas por un esqueleto que representa a la Muerte, pueden apreciar ahora la nueva policromía de las estatuas, una vez que se abren unas vidrieras de cristal emplomado de tono azul y que son también fieles al original.
Antes, en vez de vidrieras, el 'Orloj', como se conoce el reloj en checo, tenía una placa de hojalata instalada en la década de 1970. En el astrolabio, instrumento astronómico que permitía determinar la posición y altura de las estrellas sobre el cielo, y que forma una de las dos circunferencias de este reloj, se ha vuelto a representar la noche, tal como indican los documentos históricos de este artilugio de época medieval.
También ha sido restaurada la circunferencia del calendario, con los signos del zodiaco y los doce meses de año, cuya placa original se conserva en el Museo Municipal de Praga.
La maquinaria del reloj ha vuelto a ser como la de la década de 1960, que aún conservaba el sistema de tracción gótico con tambores de madera movidos por un sistema de poleas con contrapeso de piedra, en vez de las ruedas dentadas de metal accionadas por un motor eléctrico instaladas después de la guerra.
La restauración de la maquinaria del reloj y los apóstoles, incluidas las estatuas de madera a ambos lados, ha costado 300.000 euros mientras que otros 80.000 euros se han destinado al nuevo calendario, la pintura del astrolabio y la vidriera de los apóstoles.
Durante la restauración del reloj, la municipalidad de Praga instaló una réplica virtual en una pantalla gigante, que imitaba los movimientos del célebre artefacto, incluido el tañido de las campanas y el cacareo del gallo que pone fin al espectáculo.
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