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EL DERRUMBE PROVOCÓ LA MUERTE DE 35 PERSONAS
Rescatadas con vida cuatro personas tras seis días bajo los escombros de un edificio en Nairobi
Tras oír la voz de una mujer, los equipos de rescate han puesto en marcha una complicada operación de rescate.
Cuatro personas han sido rescatadas con vida tras permanecer seis días bajo los escombros de un edificio que se vino abajo en Huruma, un barrio marginal de Nairobi, y provocó la muerte de al menos 35 personas, informó la Cruz Roja keniana.
A media mañana los servicios de emergencias informaron del hallazgo de una mujer, que fue rescatada pocas horas después, y por la tarde los equipos de rescate sacaron a otras tres personas después de que el Ejército keniano retirara parte de los escombros.
La mujer, que permanecía atrapada entre los restos de este inmueble de seis pisos, aparentemente no presenta ninguna lesión grave, aunque ha sido trasladada al Kenyatta Hospital, uno de los principales de la capital.
Tras oír su voz, los equipos de rescate pusieron en marcha una complicada operación de rescate, que se ha prolongado unas tres horas, ya que no podían utilizar maquinaria pesada para evitar que nuevos escombros cayeran sobre ella.
Según algunos medios locales, la mujer, que todavía no ha sido identificada, podría estar embarazada. Se trata del segundo "milagro" en los últimos días después de que el martes los equipos de emergencia rescataran a una niña de seis meses que pasó 80 horas bajo los escombros.
Aunque la pequeña pudo reencontrarse con su padre, horas más tarde fue hallado el cuerpo sin vida de su madre entre los escombros a unos pocos metros de donde la bebé fue localizada. Las últimas cifras divulgadas por servicios de emergencia apuntan a que al menos 35 personas murieron en el derrumbe y decenas siguen desaparecidas.
El edificio se vino abajo debido a las fuertes lluvias la noche del viernes en el suburbio de Huruma, donde las tareas de rescate continúan con la esperanza de encontrar a más supervivientes. En plena temporada de lluvias, los vecinos de los barrios marginales de Nairobi, donde las estructuras son muy vulnerables porque se erigen con materiales muy precarios, como el barro, siguen preocupados ante el temor de que se produzcan nuevos incidentes.
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