"No me sueltes la mano". Es lo que implora una adolescente de 16 años a un miembro del equipo de rescate que la ha localizado con vida. En unos minutos consiguen sacarla de los escombros de un edificio de Esmirna, en Turquía, destruido por el terremoto registrado ayer en el litoral del Mar Egeo. Son ya 41 los muertos por el seísmo, más de 800 heridos y hay 180 desaparecidos.
Todo el día de hoy sábado sido una carrera contra el tiempo para los equipos de rescate que buscan supervivientes en la ciudad turca de Esmirna, sacudida por el terremoto de de 6,8 grados de magnitud, que se registró a las 11.51 GMT del viernes en el mar Egeo.
Dos fallecidos, dos adolescentes, se han registrado en Grecia y las demás víctimas mortales se han contabilizado en Esmirna, según ha indicado el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan: "Hasta las 22.15 horas (19.15 GMT) habían fallecido 39 ciudadanos y 885 resultaron heridos. Se registraron 658 réplicas, más de 40 de ellas de magnitud superior a 4 grados", precisó AFAD, el servicio público de emergencias turco, en un comunicado.
El balance de fallecidos y heridos es provisional , porque las labores de rescate aún continúan en Esmirna, donde los bomberos municipales y los equipos de AFAD han salvado a 103 heridos atrapados entre los escombros. También han recuperado 38 cadáveres, a los que se añade el de una mujer que falleció ahogada una treintena de kilómetros más al sur, en la localidad costera de Sigacik, anegada por un pequeño tsunami momentos tras el temblor.
Un centenar de personas podrían estar atrapadas
Nadie sabe con certeza cuántas personas quedan aún atrapadas bajo los cascotes en la ciudad de Esmirna, aunque según el ayuntamiento de la ciudad turca podría tratarse de un centenar. Durante la tarde, los equipos consiguieron rescatar de los escombros a varias personas que llevaban más de 24 horas atrapadas, entre ellas una madre con varios hijos y un hombre de 65 años.
El barrio más afectado está sobre una falla
La mayoría de los diecisiete edificios que se desplomaron en Esmirna estaban en el distrito de Bayrakli, situado en la periferia norte de esta ciudad de cuatro millones de habitantes. El barrio fue construido como urbanización popular en los años 60 y 70 , y está asentado sobre la principal falla geológica de la provincia, por lo que los geólogos ya llevaban tiempo alertando de los riesgos en caso de terremoto.