Los líderes del G7, los países más ricos e industrializados del mundo, se reunieron en Bruselas para respaldar a Ucrania y su nuevo Gobierno y subrayar a Rusia que está aislada frente a su cooperación y unidad para tratar los problemas internacionales.
Los jefes de Estado y de Gobierno de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón, los países que integran el Grupo de los Siete (G7), mantienen la presión sobre Rusia para que acelere la retirada de sus tropas de la frontera oriental ucraniana y contribuya así a rebajar las tensiones en el este de Europa.
El G7, que este jueves dedicará sus debates a la economía y el comercio internacional, a la seguridad energética y a la lucha contra el cambio climático, se ha reunido así por primera vez en Bruselas y ha sido también su primera cita, desde 1997, sin Rusia.
Los países más poderosos del mundo recordaron a Moscú el motivo por el que quedó excluida de la cita: su "inaceptable interferencia en la soberanía ucraniana", según el comunicado final. Una vez más reiteraron la condena a Rusia por "la continua violación de la soberanía y de la integridad territorial de Ucrania", así como por su anexión de Crimea y la desestabilización del este de ese país que de nuevo calificaron de "inaceptable" y pidieron que "pare de inmediato".
La anexión de Crimea, no reconocida y considerada ilegal e ilegítima por la Unión Europea y el G7, dio lugar a sanciones económicas y prohibición de visados para viajar a esos países para varias decenas de personalidades rusas y ucranianas involucradas en la crisis. "Esas acciones violan los principios fundamentales de la ley internacional y deberían preocupar a todas las naciones", afirmaron.
De esta manera subrayaron a Moscú que se mantiene el mismo rechazo a su comportamiento internacional que ya en marzo pasado, durante una reunión en La Haya, les llevó a decidir la exclusión temporal de Rusia de este mismo club en formato G8 y cuya presidencia recaía este año en ese país.
Estaba previsto que la ciudad rusa de Sochi fuera el escenario de la cumbre anual del G8. Para la UE, que sienta a cuatro países (Francia, Reino Unido, Alemania e Italia) en el club de los poderosos, es todavía "prematuro" determinar cuándo Rusia podrá volver al G8, algo que está condicionado a un cambio en la actitud hacia Ucrania.
El cambio que el G7 pide a Moscú se centra en que rebaje la desestabilización del país con la retirada de tropas en la frontera, el fin del comercio de armas y ejerza su influencia entre los separatistas armados para que renuncien a la violencia.