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EN ESTADOS UNIDOS
Retiran la custodia a un padre que colgaba en Youtube bromas ofensivas a sus hijos
Cody, hijo pequeño de un matrimonio divorciado, vivía con su padre, que le gastaba con frecuencia "bromas" que, en muchas ocasiones, se convertían en situaciones pesadas que le provocaban el llanto. Ahora, una sentencia quita la custodia del niño al padre y se la otorga a la madre biológica.
DaddyOFive es una canal de Youtube que nació en agosto de 2015 y que ahora provoca una gran polémica por su contenido. Los vídeos que aquí se publican muestran cómo un padre trata vejatoriamente a sus hijos. Estos clips han provocado la indignación de gran parte de los usuarios, que se han preocupado por el estado de los menores.
Lo que comenzó como una "broma de familia" ha causado que a Mike Martin y a su actual pareja, Heather, les retiren la custodia de los niños y se la devuelvan a la madre biológica. Martin Cody, el pequeño de la familia, ha sido con frecuencia la principal víctima de esas "bromas".
Tras la retirada de la custodia, tanto Mike, el padre biológico, como Heather, su actual pareja tras haberse divorciado de la madre de los niños, borraron del canal todos los vídeos dejando sólo uno en el que se les ve a ellos llorando y reclamando que sus hijos son unos niños felices.
"Me da vergüenza", manifestó a ABC News Mike, quien aclaró que "todo empezó como una broma de familia...ellos se excitaban cuando conseguíamos más visitas".
Actualmente Cody y su hermana están viviendo con su madre biológica que, al hilo de lo ocurrido, también ha grabado un vídeo en compañía de su abogado para dar las gracias a los usuarios que han denunciado el contenido de los vídeos. La señora Hall, según recoge Telegraph, ha dicho que los pequeños se encuentran bien: "Ellos han vuelto a ser juguetones".
El Youtuber Philip De Franco ha sido uno de los usuarios de la red que han recuperado trozos de esos vídeos caseros para denunciar la situación que vivían los niños. En uno de los documentos, se ve a Cody llorando porque lanzaron su tablet hasta romperla sólo para ver cómo reaccionaba el niño.
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