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ACUSADO DE LA MUERTE DE MANIFESTANTES EN 2011
Retrasan el juicio al expresidente egipcio Hosni Mubarak al 17 de agosto
El juez Mahmud al Rashidi retrasó al próximo 17 de agosto el juicio al expresidente egipcio Hosni Mubarak, acusado de la muerte de manifestantes en la revolución de 2011 que lo desbancó del poder y por casos de corrupción.
Al Rashidi, presidente del Tribunal Penal de El Cairo, escuchó durante la sesión los alegatos de la defensa de los acusados, entre los que están el exministro de Interior egipcio Habib al Adli y seis de sus ayudantes, supuestamente implicados en el asesinato de manifestantes. El exmandatario apareció sentado en una camilla y con buen aspecto junto a sus hijos Gamal y Alaa, que con el empresario fugado Husein Salem también afrontan cargos de corrupción y enriquecimiento ilícito.
El magistrado pidió a la Fiscalía que elabore un informe sobre el tiempo que ha pasado en prisión preventiva Al Adli, cuya defensa pidió su puesta en libertad por considerar que se ha superado el periodo máximo estipulado por ley. Un abogado del exministro negó que su cliente ordenase disparar contra los manifestantes y argumentó que a partir del 28 de enero de 2011, tres días después del estallido de la revolución, las Fuerzas Armadas se hicieron cargo de la seguridad del país. La defensa también solicitó que se designe a un juez que investigue a los supuestos responsables de la muerte de oficiales y agentes de policía durante la revuelta, que culminó el 11 de febrero de 2012 con la salida de Mubarak.
El juez explicó que la causa contiene 81 expedientes, cada uno de ellos compuesto de unos mil folios, y que las pruebas están almacenadas en un lugar seguro. Además, dio de plazo hasta el próximo jueves para que los abogados de la defensa puedan consultar el sumario y las nuevas evidencias que hoy presentó la Fiscalía. Un equipo del Ministerio Público dijo haber terminado de preparar un registro con los nombres de todos los manifestantes muertos y heridos durante la revolución.
La nueva sesión del juicio a Mubarak se celebró bajo fuertes medidas de seguridad y en un ambiente tranquilo, mientras Egipto centra su atención en la crisis política marcada por el reciente golpe militar que destituyó de la Presidencia al islamista Mohamed Mursi. A las puertas del tribunal, en la Academia Policial situada en las afueras de El Cairo, un escaso número de familiares y medios de comunicación acudieron para seguir el proceso. La reanudación del llamado "juicio del siglo" en Egipto fue ordenada el pasado enero por un tribunal de apelación, que aceptó los recursos de las partes y anuló la cadena perpetua dictada contra Mubarak y Al Adli por la muerte de manifestantes.
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