Fuentes militares que solicitaron el anonimato confirmaron la identidad del sospechoso a varias cadenas de televisión, que revelaron que el sargento tiene 38 años, una mujer y dos hijos, de 3 y 4 años.
Bales, nacido en Ohio, fue trasladado el pasado miércoles de Afganistán a Kuwait, donde ha estado en prisión preventiva para garantizar su integridad, y no ha sido aún acusado.
El sospechoso está siendo trasladado a la base militar de Kansas, según adelantó a la cadena CNN su abogado, John Henry Browne, aunque por el momento no hay informes de su llegada.
Browne informó de que, el día anterior a la matanza, a otro soldado de la misma base de Bates le "volaron" la pierna de un disparo delante del sospechoso. "Eso afectó a toda la base", dijo el abogado.
No obstante, señaló que su cliente es un soldado que tiene un historial "ejemplar", ha sido condecorado y fue herido en Irak, donde sufrió un traumatismo cerebral y perdió parte de un pie y aún así fue enviado de nuevo al frente de batalla.
"No entiendo por qué le volvieron a mandar a Afganistán", señaló el abogado, quien indicó que en sus conversaciones con los familiares dedujo que ellos no esperaban que fuera a ir al frente de nuevo y que el soldado no quería ir.
El sospechoso se alistó en las Fuerzas Armadas una semana después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, porque "sentía que era su deber defender a los Estados Unidos", indicó Browne.
Según dijo el jueves un alto funcionario estadounidense al diario The New York Times, el soldado había estado bebiendo alcohol antes de producirse la matanza y luchaba contra el estrés y tensiones con su mujer, aunque de acuerdo con Browne no existían problemas en la pareja.
La esposa, que según el abogado se encuentra en estado de "shock" tras el suceso, y los dos hijos del soldado han sido trasladados por motivos de seguridad a la base de Lewis-McChord, situada en el estado de Washington (costa oeste), a la que pertenece el militar. Antes, residían en la localidad de Lake Tapps, a unos 32 kilómetros de la base, donde los vecinos les describen como una "familia feliz".
Una de ellas, Kasie Holland, aseguró al New York Times que "no había señales" de que Bales pudiera estar atormentado. El historial judicial de Bales, consultado por ese rotativo, revela que fue acusado de asalto en 2002 y de chocar contra un coche aparcado y darse a la fuga en 2008, pero ambos cargos fueron desestimados.
La identificación del soldado coincidió con las críticas del presidente afgano, Hamid Karzai, que acusó a Estados Unidos de no cooperar con la delegación que él ha enviado a la provincia de Kandahar para investigar el suceso.