Energía
Rusia anuncia que cerrará tres días el gasoducto Nord Stream 1 por 'tareas de mantenimiento'
Rusia da un nuevo revés al flujo de gas en Europa al anunciar que cerrará durante tres días el gasoducto Nord Stream 1. Achaca dicho cierre a 'tareas de mantenimiento'.
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Lo que empezó como una invasión a gran escala en Ucrania ha terminado por convertirse también en una guerra por la obtención del gas. Mientras algunos países ya están llegando a negociar con regímenes autoritarios para dejar de depender de Rusia, los hay que tienen una dependencia energética total y que no pueden permitirse cambiar de un día para otro a su principal proveedor, como es el caso de Alemania, Bulgaria, Hungría o Polonia.
En el caso de Alemania, resulta especialmente llamativo, porque el país insta a dejar de depender del gas ruso, pero ellos siguen asumiendo su total dependencia gasística de Rusia. Ahora, los problemas se le podrían acumular, después de que Rusia haya anunciado que cerrará durante tres días el gasoducto Nord Stream 1, que aporta una gran cantidad de gas a la nación germana. Los rusos aluden a que deben paralizar el suministro por 'tareas de mantenimiento'.
Según ha indicado Rusia, este cierre se producirá entre los días 31 de agosto y 2 de septiembre incluidos, negando que sea una represalia contra Alemania. Los germanos, que ya decidieron dejar de usar el Nord Stream 2 como fuente de gas, verán aún más reducido el flujo que les llega desde Rusia, y que será la situación previa a un invierno complicado. La crisis por la reducción del consumo de gas está hundiendo en popularidad a socialdemócratas y liberales, pero no a los verdes, también integrantes de la coalición del Gobierno de Alemania, y que se erigen como segunda fuerza política en las encuestas actuales, solo superados por la CDU.
La turbina que enfrenta a Alemania y Rusia
Hace semanas, Rusia dijo que debía reducir el flujo de gas a Alemania por un problema con una turbina del gasoducto Nord Stream 1. Alemania, buscando exhaustivamente la turbina nueva para enviarla, se dio cuenta de que estaba en su propio territorio tras semanas preguntándose dónde estaba. Cuando al fin dieron con ella, comunicaron a Rusia que ya la tenían lista para enviarla y repararla cuanto antes, pero la respuesta no fue la esperada.
Rusia dijo que no podía recibirla ni repararla por las sanciones que le había impuesto la Unión Europea. Alemania enfureció y dijo que eso no era cierto, instando a los rusos a recibirla cuanto antes y ponerse manos a la obra para ponerla en marcha. De momento, la turbina sigue siendo un asunto pendiente. La suspensión total del suministro en los tres días señalados obliga a la Administración dirigida por Olaf Scholz a buscar nuevas vías que no dejen a su país sin gas.
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