Guerra ruso-ucraniana
Rusia se centra ahora en dejar a Ucrania sin fuentes de electricidad, a pocas semanas de que llegue el frío
Mientras Ucrania sigue recuperando terreno, Rusia trata de dejar sin energía al país, pocas semanas antes de que llegue el invierno. Zelenski dice que Putin está "en bancarrota militar y política".
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Irán lo ha negado, y Rusia también, pero todo el planeta da por sentado la alianza entre ambas potencias, poco después de que el Kremlin negara la compra de drones kamikazes creados por el régimen ayatolá. Estos drones están siendo utilizados ahora para destruir la mayoría de fuentes energéticas en Ucrania, lo cual se ha marcado Putin como un objetivo personal. Con ello, pretende dejar a Ucrania sometida al yugo del frío, a pocas semanas de que llegue el intenso frío y comience el invierno.
Algunas ciudades del país ya están completamente a oscuras por la noche, y existe un inmenso temor a que el ataque a estas instalaciones pueda dejar sin suministro eléctrico a todo el país. No solo por el hecho de que la población no pueda protegerse del frío, sino por la posibilidad de que algunas centrales nucleares como las de Chernóbil y Zaporiyia queden expuestas a sufrir cualquier tipo de incidente si se desconectan de la red eléctrica.
La energía se ha convertido así en un nuevo arma en la guerra ruso-ucraniana, donde Rusia trata de utilizar todo su potencial, tanto a nivel de dependencia que tienen los países europeos de su gas, como para dejar a Ucrania sin todo tipo de suministro. Para ello, cuenta con la ayuda de los temibles drones iraníes, que se han convertido en los nuevos ayudantes de Vladímir Putin para tratar de aumentar la ofensiva, ante las numerosas bajas que sufre su Ejército. Se calcula que aproximadamente el 30% de Ucrania está sin electricidad, a causa de los continuos ataques a instalaciones rusas.
¿Está Putin en bancarrota?
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, asegura que su homólogo ruso, Vladímir Putin, está "en bancarrota militar y política", resaltando las numerosas bajas que ha sufrido el Ejército de Rusia desde el inicio de la guerra, e indicando el creciente descontento en Moscú con él. Cierto es que las continuas derrotas rusas en Ucrania han mermado mucho la credibilidad política del presidente ruso, más aún tras la anexión ilegal de cuatro territorios ucranianos, y donde cada vez pierde más terreno.
El uso de drones kamikaze es considerado por una amplia mayoría de analistas militares como un acto a la desesperada de Vladímir Putin para poder compensar las derrotas en el frente, y usarlos mientras recompone su Ejército. La reciente entrada de Bielorrusia en el conflicto en favor de Rusia puede suponer otro punto de inflexión, puesto que Ucrania podría abrir un nuevo frente para tratar de derrotar a sus enemigos y hacer que ambos pierdan por igual.
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