Guerra Ucrania - Rusia
Rusia destroza un tercio de las centrales energéticas para minar la moral de los ucranianos
Rusia golpea sin descanso las instalaciones energéticas de Ucrania. La estrategia del Kremlin busca el desgaste psicológico de la población, privada de luz y calefacción en los meses más duros del año. Por su parte, el presidente Zelenski asegura que no frenarán el avance de sus tropas.
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Ucrania pide más ayuda para crear un escudo antiaéreo más eficaz, que neutralice los ataques. Por tierra, la ofensiva sobre Jerson podría ser inminente tras la evacuación masiva ordenada por Rusia.
Jerson hoy es una ciudad fantasma, la Policía durante toda la mañana ha estado anunciando por megafonía que los habitantes que queden aún allí, que evacuen esta localidad que antes de la ocupación llegó a tener cerca de trescientos mil habitantes.
Se ultima la evacuación de Jersón
Hoy salen los últimos ferries para cruzar el río Dníeper. Las autoridades prorrusas insisten: hay que salir de este enclave, ya que más pronto que tarde, se convertirá en campo de batalla.
"Hemos aguantado hasta el final, aquí ya nada funciona", afirma un vecino de una pequeña localidad cercana.
Sin farmacias ni comercios, sin teléfono ni internet, la vida aquí es prácticamente imposible por lo que la gente sigue huyendo con lo mínimo a las zonas controladas por Moscú.
Sin embargo, desde que el temido Serguei Surovikin, el apodado 'General Apocalípsis' está al mando de las tropas rusas, el Kremlin ha recuperado cierta confianza.
El curso de la guerra vuelve a cambiar con el "General Apocalípsis"
Para empezar, ya ha encontrado talón de Aquiles para hacer daño a Ucrania: dejar a la población sin agua potable y, sobre todo, sin energía eléctrica.
Sirviéndose del ataque sistemático mediante drones a las centrales están minando la moral de sus enemigos.
La situación es muy compleja en la recién reconquistada Mijolaív. Aquí, la ONG World Central Kitchen, creada por el chef español José Andrés, sigue alimentando a los más necesitados, que ahora son casi toda la población.
"Acudimos no sólo donde hay ataques, también damos de comer a personas que ya no tienen ni gas ni luz", afirma Mijáil Koloshko, responsable en Ucrania de esta organización benéfica.
La ONG de José Andrés sigue alimentando a los ucranianos
En otra ciudad, en Rivne, un soldado intenta alumbrar la espera a decenas de personas en un oscuro búnker gracias a la música de su violín, como se puede ver en el vídeo de la parte superior.
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