Moscú no va a expulsar a ningún diplomático estadounidense, al menos de momento. Así lo ha decidido Vladimir Putin. El presidente ruso ha dicho que esperará a que Donald Trump llegue al poder -el próximo 20 de enero- para ver qué medidas toma.
Todo ello a pesar de estas palabras de su ministro de exteriores. Lavrov había propuesto "al presidente Putin que declare "persona non grata" a 31 miembros de la embajada estadounidense en Moscú y a 4 diplomáticos del consulado en San Petersburgo". Sugería así pagar a Washington con la misma moneda.
Este jueves Obama daba un plazo de 72 horas para abandonar su país a 35 espías ligados a la embajada rusa. Se les acusa de tratar de influir en las elecciones norteamericanas para -según la CIA- ayudar a ganar a Donald Trump, al difundir correos que habían hackeado a los demócratas .
Además, el presidente ha ordenado cerrar dos centros rusos. Uno de ellos, una residencia de lujo en Maryland que alguna vez estuvo en las páginas de revistas de decoración.
Como respuesta a la decisión de la Casa Blanca, su próximo inquilino anunciaba que la semana que viene se reunirá con líderes de la inteligencia estadounidense para recibir más información sobre los supuestos ciberataques.
A Trump se le acumula el trabajo. Desde el Kremlin aseguran que confían en él para mejorar unas relaciones, que atraviesan su peor momento desde la Guerra Fría.