Reino Unido
Rusia pirateó el teléfono móvil de Liz Truss antes de ser primera ministra... y Boris Johnson pudo haberlo ocultado
La prensa británica desvela que Rusia hackeó el teléfono móvil de Liz Truss antes de ser primera ministra, y que Boris Johnson pudo ocultarlo para darle alas en su campaña.
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Los conservadores británicos no dan abasto para disgustos. Tras la fulminante caída de Liz Truss, barrida por su propio partido y por su temible plan fiscal, ahora llega un nuevo capítulo que salpica de lleno a la defenestrada líder de los 'tories'. El diario británico 'Daily Mail' ha desvelado que Rusia pirateó el teléfono móvil de Truss poco antes de ser elegida primera ministra, teniendo acceso a información de alto secreto y a conversaciones privadas de Truss.
Pero la historia no termina ahí. El medio también señala que el entonces primer ministro, Boris Johnson, era conocedor del espionaje, pero lo ocultó en un intento de proteger la campaña de Truss para sucederle. El motivo habría estado en impedir la victoria de Rishi Sunak, primer ministro que dimitió de su gabinete, y que era el principal competidor de Truss, por entonces ministra de Exteriores, que se mantuvo en su cargo pese a los escándalos del 'premier'.
La oposición ha exigido explicaciones inmediatas por estas informaciones, exigiendo que se depuren responsabilidades, y que se aclare si es cierto que Johnson estaba al tanto del espionaje. Truss, que era por entonces ministra de Exteriores en el gabinete de Boris Johnson, prometió mano dura contra Rusia por la guerra en Ucrania, y romper todo vínculo con los invasores por lo que el Kremlin habría tratado de desgastarla desde un primer momento.
Liz Truss o cómo tener un mandato inolvidable y efímero
La etapa de Liz Truss como primera ministra es de carácter histórico por dos motivos. El primero de ellos pasa por la muerte de la reina Isabel II, que se produjo 48 horas después de que ella asumiera el cargo. Y, la segunda, porque su mandato ha sido el más corto en la historia de Reino Unido. Anunció su dimisión cuando llevaba tan solo 45 días en el cargo y la renuncia se hizo efectiva cinco días más tarde, culminando su breve mandato de 50 días.
Precisamente, Truss terminó siendo relevada en el cargo por Rishi Sunak, exministro de Finanzas de Boris Johnson que fue el 'artífice inicial' de la caída del 'premier', y a quien ambos pretendían derrotar. Ahora, con Johnson y Truss fuera de combate, Sunak se echa a la espalda a un Partido Conservador profundamente dividido, necesitado de cambios, y a un país que busca una mejoría en su clase política, popularmente hundida desde hace meses.
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