Guerra Ucrania

Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de intensificar sus ataques en plenas conversaciones con EEUU

Kiev acusa a Moscú de bombardear su propio gaseoducto para acusar a Ucrania de sabotaje.

Unos residentes locales inspeccionan los daños tras un ataque nocturno con bomba en Zaporiyia

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La región rusa de Kursk se ha convertido en uno de los puntos calientes de las negociaciones de paz entre Rusia, Estados Unidos y Ucrania. El ejército ucraniano acusa a Moscú de bombardear su propia estación de bombeo de gas de Sudzha solo unos días después de que Putin y Zelenski acordarán, con Trump como mediador, cesar los ataques a infraestructuras energéticas.

A falta de verificación de la autoría de ese supuesto ataque, las redes sociales rusas y ucranianas muestran una enorme bola de fuego sobre el gaseoducto. Bloqueros militares rusos señalan a las tropas ucranianas como responsables del ataque. El Estado Mayor de Ucrania califican esas acusaciones de "una campaña para desacreditar a Ucrania" a ojos de Trump y perjudicarla en las conversaciones de paz.

La localidad de Sudzha, con una población de aproximadamente 5.000 personas, fue el mayor asentamiento ruso ocupado por las fuerzas ucranianas durante una sorpresiva incursión transfronteriza el pasado agosto. Rusia afirmó haber recuperado el control total de esa ciudad la semana pasada. Moscú ha continuado transportando gas natural a Europa a través del centro de Sudzha hasta que Ucrania se negó a extender un acuerdo de tránsito a principios de 2025.

Ataques en Odesa

Ha sido una madrugada de sobresaltos también en la ciudad portuaria de Odesa, que Rusia ha manifestado que quiere controlar. El Kremlin ha lanzado uno de los mayores ataques con drones sobre ese punto estratégico del Mar Negro y ha provocado incendios en varios puntos de la ciudad. Los proyectiles han dañado infraestructuras, casas residenciales y edificios comerciales.

El analista militar ucraniano, Oleksandr Kovalenko, ha explicado a la agencia Reuters que Rusia ha empleado nuevas tácticas para llevar a cabo el ataque al hacer que sus drones descendieran desde una altitud mayor de lo habitual y a altas velocidades para que sean más difíciles de interceptar por las defensas aéreas ucranianas.

Esa ola de ataques se han producido coincidiendo con la visita del presidente de la República Checa, Petr Pavel, a la ciudad. El líder checo había visitado la ciudad para mantener conversaciones con funcionarios regionales.

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