El ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, autorizó que los 29 menores a bordo del barco militar "Diciotti", atracado desde el lunes en el puerto de Catania, bajen a tierra, después de que organizaciones e instituciones hayan presionado para lograrlo. El barco está atracado desde el lunes en Catania con 177 inmigrantes a bordo, que antes de llegar a puerto habían permanecido cinco días en el mar, esperando a que el Gobierno italiano les autorizara un puerto.
El ministro de Infraestructuras italiano, Danilo Toninelli, del anticapitalista Movimiento Cinco Estrellas (M5S), indicó el lunes a esta embarcación que podía dirigirse a Catania, pero la decisión de asignar un puerto es competencia tanto de este ministerio como del de Interior, que dirige Salvini. El líder de la Liga no permitió entonces que estas personas pudieran bajar del barco una vez llegara a puerto y hoy, tras presiones de organizaciones e instituciones, dejó que desciendan solo los menores.
"Hay 29 menores a bordo del barco, vale, que bajen. Pueden bajar", dijo Salvini en un vídeo publicado en las redes sociales. Los otros 148 inmigrantes seguirán a bordo hasta que reciban indicaciones, algo que Salvini ha dicho que por el momento no va a ocurrir. "Los menores pueden bajar para recibir asistencia. En cuanto a los demás, si Europa existe, que lo demuestre. En lo que a mí respecta, no baja nadie más", subrayó, al tiempo que urgió a la Unión Europea (UE) a que "despierte".
Con este pulso, Salvini quiere presionar a los países europeos para que acuerden una solución de reubicación de estas personas y de los inmigrantes que lleguen en el futuro a las costas italianas, igual que se ha hecho en casos anteriores. El más reciente el pasado 15 de agosto cuando el barco "Aquarius" pudo atracar en Malta, un vez que seis países, entre ellos Italia, decidieron repartirse a estas personas. "No está escrito en ninguna parte que todos los barcos tengan que venir a Italia y que estas personas tengan que desembarcar en Italia (...). Si la UE no se despierta, por mi parte los barcos igual que llegan a Italia se pueden ir", expuso.
Por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, pidió en las redes sociales "una respuesta fuerte y clara de las instituciones europeas, y un respuesta adecuada de otros países europeos". La decisión de mantener retenidas a estas persona en el barco "Diciotti" de la Guardia Costera italiana ha generado numerosas críticas desde diversos sectores, también de miembros del antisistema M5S, socio en el Ejecutivo de la Liga.
El presidente de la Cámara de Diputados de Italia, Roberto Fico (M5S), opinó que las negociaciones para que estas personas sean distribuidas en países europeos puede continuar después incluso de que desembarquen en Italia. "Las 177 personas, entre ellas menores no acompañados, deben poder desembarcar" y "no pueden ser retenidas más tiempo a bordo", subrayó en un mensaje en las redes sociales. Una afirmación a la que respondió Salvini con un escueto: "Tú haz la labor de presidente de la Cámara y yo me encargo de ser ministro".
La organización de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la organización humanitaria Intersos habían pedido al Gobierno que permitiera bajar a estos menores para que recibieran asistencia y comenzaran la tramitación de las solicitudes de asilo. Además, Intersos informó de que a petición de estas dos organizaciones la Fiscalía de Catania había enviado una carta a los Ministerios del Interior y de Infraestructuras para pedir que los menores salieran de la embarcación.
La autoridad italiana encargada de proteger los derechos de los niños y adolescentes también había enviado una carta a los guardacostas en la que advertía de que "los menores no pueden ser devueltos y deben ser adecuadamente acogidos". Por su parte, la portavoz de la Comisión Europea (CE) Tove Ernst dijo este miércoles que hay contactos en curso con "varios Estados miembros" para coordinar y dar apoyo diplomático en busca de una "solución rápida" para estas personas.
Los 177 inmigrantes fueron asistidos el 16 de agosto cuando el barco "Diciotti" de los guardacostas italianos se hizo cargo de ellos, después de ser socorridos por otros dos buques de la Capitanía de Puerto en aguas de Malta, según el Ministerio del Interior de Italia. El Gobierno de Italia pidió entonces a las autoridades maltesas que se responsabilizaran de estas personas, pero se encontró con la negativa de este país, que consideró que no tenía la obligación de hacerlo