Se han decidido por sorteo los turnos de intervención y será François Hollande quien hable en primer lugar. El candidato socialista que logró un apoyo del 28,6% de los votos en la primera vuelta aborda el cara a cara con "confianza".
Nicolas Sarkozy, que obtuvo el 27,2% de los votos y que según los sondeos sigue distanciado de su adversario, a quien las encuestas dan por vencedor con alrededor de un 53 o 54% de los votos, afirma que tiene "determinación". Sarkozy cuenta con esta cita para recuperar votos aunque los expertos los debates que se producen entre las dos votaciones no cambian los resultados.
Las dos cadenas de televisión que organizan el debate son la privada TF1 y la pública France 2, quieren que el debate desarrolle los principales temas en importancia para los franceses: desde el poder adquisitivo y el empleo, a la política extranjera, pasando por la deuda, cuestiones de sociedad como la inmigración. El asunto referente al exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn, y las sospechas de financiación ilegal de la campaña de Nicolas Sarkozy en 2007, estarán sin duda sobre la mesa.
El tono de los discursos se ha endurecido estos últimos días entre los dos finalistas que tras la primera vuelta pretenden captar los votos de la dirigente de extrema derecha, Marine Le Pen. Esta estrategia hallevado a Sarkozy a radicalizar su discurso en materia de seguridad e inmigración, lo que ha sido muy criticado por la izquierda así como su decisión de organizar una "verdadera fiesta del trabajo" el 1 de mayo rivalizando con las de los sindicatos.
