Sarkozy será candidato a liderar la UMP, según el exministro Le Maire

El exjefe del Estado Nicolas Sarkozy se presentará como candidato a la presidencia de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) en las elecciones de noviembre, afirmó este lunes el exministro de Agricultura Bruno Le Maire, que también aspira a liderar la formación.

La fecha para presentar las candidaturas expira este 30 de septiembre y el expresidente todavía no se ha pronunciado formalmente sobre sus intenciones de volver a la primera línea política, que abandonó tras su derrota en los comicios de mayo de 2012 ante el socialista François Hollande.

"No anuncio una gran noticia. Creo que es algo que se da por hecho y creo sobre todo que es una muy buena noticia para la UMP, porque va a haber debate y se van a poder confrontar los proyectos de unos y otros", señaló Le Maire en la emisora "France Info".

Este fin de semana, uno de los consejeros más cercanos de Sarkozy, Franck Louvrier, había declarado al digital "Presse-Océan" que este se está tomando todavía "un poco de tiempo" para madurar su decisión y que la dará a conocer antes de finales de mes.

Este lunes, no obstante, el secretario general interino del partido, Luc Chatel, indicó que en todo este tiempo desde su derrota Sarkozy "ha reflexionado" y es alguien "plenamente consciente de la gravedad de la situación del país y de las respuestas que deben darse".

Hasta la fecha, sí se han presentado también como candidatos el exprimer ministro François Fillon y el extitular de Exteriores Alain Juppé, que junto con Jean-Pierre Raffarin están al frente del triunvirato que se encarga de la gestión temporal del partido.

Sarkozy, inculpado en julio en un caso de corrupción y con otras causas pendientes con la Justicia, mantiene hasta el momento sus planes dentro de la ambigüedad, con declaraciones en las que destaca que estudia su retorno para "devolver la confianza a un país que no encuentra respuestas a ninguno de los desafíos del momento".

Una encuesta difundida este sábado indicó que siete de cada diez franceses no desean su vuelta, lo que refleja las reservas hacia quien hasta ahora aparecía en los sondeos de forma sistemática como la personalidad central de su partido.