Un hombre fue atacado esta semana por una potente serpiente venenosa en la provincia china de Zhejiang. Al parecer, Zhang, de 60 años, cortaba leña cuando, de repente, fue atacado por una Deinagkistrodon acutus, un ejemplar de serpiente potencialmente tóxica. Se trata de una especie de reptil muy peligroso y temido por los habitantes del lugar.
El hombre no se lo pensó ni dos veces y decidió diseccionarse el dedo para evitar que el veneno pudiera llevarle a la tragedia. Lo siguiente que hizo fue coger una toalla, envolvió la herida y se dirigió al hospital más cercano, situado a 80 kilómetros de donde él se encontraba.
La sorpresa se la llevó cuando fue atendido por los médicos que, al no ver ningún síntoma -dificultades para respirar, cefaleas o hemorragias en las encías, causados por las poderosas hemotoxinas del veneno que destruyen las células sanguíneas-, le dijeron que la acción había sido en vano porque todo estaba bien.
Cómo hay que reaccionar ante una situación de estas magnitudes
Según los expertos en serpientes venenosas, lo correcto es envolver completamente la herida con una venda o un film de plástico y permanecer lo más parado posible. En caso de poder hacerlo, llamar a la ambulancia y permanecer en el mismo sitio.
Es de vital importancia no sustraer el veneno. De esta manera, los doctores podrán extraer una muestra de la sustancia y poder emplear el antídoto preciso.
¿Qué no se debe de hacer? Los médicos indicaron que hasta el día de hoy muchas víctimas usan métodos caseros e inefectivos para tratarlas, tales como hacer incisiones o quemar la herida, chupar el veneno o hacer un torniquete.
Todo esto provoca muchas veces incluso más daño a la salud y con frecuencia, al recibir atención médica los pacientes, ya presentan señales de gangrena debido a lesiones autoprovocadas.
