Guerra ruso ucraniana

La seguridad en Europa cambia: así son los búnkeres militares en desuso en Suiza

Aunque llevan años vendiéndolos porque están es desuso, la percepción con la guerra en Ucrania ha cambiado y han dejado de hacerlo.

Bínker

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En las imágenes que acompañan esta noticia es posible apreciar uno de los casi 5.000 búnkeres militares que se encuentran en desuso en Suiza. Desde hace años, el ejército los está vendiendo porque ya no eran necesarios. Ahora, ha decidido que no van a seguir haciéndolo por la guerra de Ucrania.

Con la invasión rusa, el entorno de seguridad en Europa no es el mismo. Los cambios han llegado, y es que esos refugios subterráneos pueden resultar de utilidad para salvar muchas vidas. En el caso de Suiza, hay búnkeres y refugios nucleares con capacidad para albergar a toda la población.

Como se muestra en las imágenes, es una de las atracciones de la ciudad de Lucerna. La aventura de visitar el búnker más grande del mundo es posible. Son siete pisos bajo tierra construidos en el año 1976 para acoger a 20.000 personas en caso de bomba atómica.

Además de neutral, Suiza es el país que cuenta con más búnkeres de Europa. Durante la Guerra Fría adoptó la política de "refugios para todos". En la actualidad hay más de 370.000 teniendo en cuenta públicos y privados. En el año 2011, el gobierno quiso derogar la ley, pero entonces se dio el desastre de Fukushima. Ahora es la guerra en Ucrania la que ha movido a las autoridades a parar la venta de antiguos refugios militares y poner a punto los civiles que estaban obsoletos.

La amenaza de un ataque o de que se produzca una catástrofe natural es la que mueve a clientes temerosos a comprar estas construcciones de acero. Mark Schmiechen, de la compañía BSSD, explica que "el cliente occidental piensa en un ataque nuclear, el cliente oriental en la guerra. Dice tengo a los rusos en la puerta y me quiero proteger".

Además, existe refugios bajo tierra más adaptados a las necesidades de cada uno. Para aquellos millonarios, se encuentran los refugios con piscina y jardín donde proteger sus fortunas y obras de arte al precio 100 millones de dólares.

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