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PAKISTÁN I ESTOS CRÍMENES SON MUY HABITUALES EN EL SUR DE ASIA

Seis personas asesinadas por un "crimen de honor"

Un hombre mató a su hija, a su yerno, a sus dos nietos y otros dos parientes después de que la joven decidiese volver a su aldea de la que huyó hace años. El "deshonor", según su padre, procede por haberse casado por amor, en contra de la voluntad familiar.

El suceso ocurrió anoche en la aldea Tara Singh, en el distrito rural de Dipalpur (Pakistán) y muy próxima a la frontera india. El presunto agresor aprovechó para cobrar la deuda de "honor" de la primera visita de su hija desde que huyó hace cinco años con su marido. Tras saber que había vuelto a la aldea, el padre salió junto a seis vecinos en busca de la que consideraba causa de su deshonor. Al reconocerla por la calle, abrió fuego. Además de la joven, murieron los dos hijos de la pareja, el marido y dos hermanos de este que los habían acompañado, según el responsable de la investigación policial, Mohamed Nawaz, quien reconoció que aún no se ha producido ninguna detención por el caso.

Los llamados "crímenes de honor" son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a varones de una familia que procede por lo que ellos consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales. Un experto europeo en temas de género afincado desde hace años en Pakistán explicó que muchos varones del subcontinente indio creen que "el honor de los hombres está en el cuerpo de las mujeres" y que debe ser defendido a cualquier precio.

Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, casi un millar de mujeres (cien de ellas menores) murieron el año pasado en el país por este tipo de crímenes, aunque el organismo alerta de que el número puede ser mayor porque muchos casos pasan desapercibidos. Uno de los casos recientes ocurrió hace un mes en la localidad norteña de Chilás, cuando un joven mató a sus dos hermanastras de 17 y 20 años y a la madre de estas después de que las jóvenes fueran grabadas con un teléfono móvil mientras jugaban bajo un aguacero. El agresor, según la Policía, consideró un grave deshonor que dos mujeres de su familia fueran vistas saltando y bromeando bajo la lluvia por varios vecinos.

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