La Semana Santa también ha llegado a China, sobre todo al pequeño pueblo de XianXian, corazón de una de las regiones con más cristianos del país. El Viernes Santo, sus fieles se han congregado en la catedral para hacer el camino a la cruz, una tradición que aquí tiene más de un siglo de historia.
Lu Pong nos cuenta su experiencia: "Vengo desde que tengo 16 años. Para mí es muy importante porque pienso en todas las cosas que he hecho mal durante el año; es como una confesión, un análisis de mi mismo".
La cruz la ha empezado a cargar el obispo de Xianxian, nombrado por la Iglesia Patriótica china fiel al Partido Comunista y no al Vaticano. Le acompañaban los más de 129 sacerdotes que conforman esta diócesis de 80.000 fieles. Esta procesión quizá no tiene la puesta en escena de otras que hay en nuestro país, pero para los católicos chinos es una de las únicas oportunidades que tienen para demostrar su fe en público.
Cada año son más los chinos que buscan refugio en la religión. Según los expertos, el capitalismo ha traído riqueza pero también "una profunda crisis espiritual" en la población. Aunque no existen cifras oficiales, se estima que en China hay más de 120 millones de cristianos.
