Varios senadores de Estados Unidos han asegurado que están cerca de lograr un acuerdo para fortalecer los aspectos de seguridad fronteriza en el proyecto de reforma migratoria, un asunto visto como clave para el éxito de la ley en ambas cámaras. "Aún hay trabajo por hacer, pero hemos tenido un muy buen día", dijo el senador republicano Bob Corker a periodistas tras concluir el debate en el Senado, según la cadena NBC.
"Éste es un momento clave en los esfuerzos para aprobar esta ley", indicó por su parte el republicano Lindsey Graham. "Son entre 24 y 36 horas definitorias", aseguró. Ambos legisladores forman parte de un grupo que debate el asunto y que podría anunciar un acuerdo este mismo jueves, como pronto, según aseguró Corker. Graham explicó que intentan "diseñar medidas que para cualquier persona serían un esfuerzo enorme para fortalecer nuestra frontera, es decir, todo lo que no sea disparar a cualquiera que la cruce".
La idea de los republicanos es medir hasta qué punto es segura la frontera, y que esas medidas estén vinculadas de alguna forma al camino a la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país. No obstante, el pleno del Senado ha rechazado ya varias enmiendas republicanas que buscan vincular la legalización de los inmigrantes a las garantías en la frontera, y hoy descartó otras dos de ellas.
Los textos rechazados eran los propuestos por el republicano Rand Paul, que pedía comprobar que todas las medidas de seguridad de la frontera se estuvieran aplicando antes de otorgar estatus legal a los inmigrantes; y la del republicano Mike Lee. Esa segunda enmienda exigía que el Congreso certificara y aprobara las estrategias fronterizas del Departamento de Seguridad Nacional antes de dar luz verde a la legalización temporal.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, anunció que podrían votarse otras cuatro enmiendas, entre ellas una del republicano Ted Cruz y otra del también republicano John Cornyn, que exige el cumplimiento estricto de todos los objetivos de seguridad de la ley antes de hablar de legalización. Esa enmienda convierte en obligatorios varios requisitos que la ley plantea como ideales, por ejemplo garantizar que se captura al 90% de los inmigrantes ilegales que cruzan la frontera.
Cornyn, que ha indicado que votará en contra de la reforma migratoria, dijo hoy a periodistas que esa ley está "muerta antes de llegar" a la Cámara de Representantes, donde hay mayoría republicana. El presidente de esa cámara, el republicano John Boehner, se reunió hoy con dos docenas de miembros del caucus hispano, mientras el hemiciclo prepara su propia versión de la reforma.
El congresista demócrata Ruben Hinojosa, que preside el caucus, señaló a periodistas que cerraron la reunión con un "prudente optimismo" de que la Cámara podría aprobar una reforma migratoria "en agosto o septiembre" y que una ley que armonice las versiones de ambas cámaras pueda ser enviada a la Casa Blanca a finales de año. Boehner "dejó muy claro que no va a ser fácil" sacar adelante la ley, explicó el demócrata Xavier Becerra, que pertenece al grupo que está diseñando la versión para la Cámara.
El demócrata Luis Gutiérrez, que también integra ese grupo, dijo que tiene claro que "una mayoría de republicanos y una mayoría de demócratas tendrán que unirse para que pueda ser realidad" la ley. Los legisladores confían en presentar su propuesta antes del final de la semana que viene.