Más serio de lo que nos tiene acostumbrados, el Papa Francisco ha recibido esta mañana en el Vaticano al presidente francés, François Hollande.
Con un gesto algo distante, poco habitual en él, el Pontífice ha estrechado la mano de Hollande, con quien mantiene profundas divergencias en temas como el matrimonio homosexual, el aborto o la eutanasia.
El clima de la entrevista, que ha durado 35 minutos, se ha relajado cuando Hollande le ha regalado al Santo Padre un libro sobre San Francisco de Asis. La reunión ha coincidido con un nuevo capítulo de la polémica que se vive en Francia por los amoríos del presidente.
Ambos han repasado 'temas de actualidad como la defensa y promoción de la equidad de la persona, la familia y la bioética', según ha explicado la oficina de prensa del Vaticano. Ha sido, según aseguran, "un encuentro cordial" de 35 minutos, y ambos han reiterado su compromiso de "mantener un dialogo continuado entre Estado e Iglesia católica" y a colaborar constructivamente en la cuestiones de interés común. La conversación en privado también ha tratado temas de carácter internacional como la pobreza, la inmigración y la defensa del medioambiente.
La próxima Cumbre del Clima se celebrará en Francia en 2015 y, por ello, Hollande llevó en su delegación al ecologista Nicolas Hulot, representante presidencial designado para la protección del planeta. Un tema muy querido por el pontífice argentino, quien recordó a Hollande que "Dios perdona siempre, el hombre a veces, la naturaleza jamás si no es cuidada", ¿se referirá el Pontífice sólo a la naturaleza?.
