El estadounidense Steve Stephens, que este domingo asesinó a un anciano a quemarropa en Cleveland (Ohio, Estados Unidos) y subió el vídeo a Facebook, sigue hoy fugado pese al creciente cerco de la autoridades, que actúan contrarreloj para evitar que materialice sus amenazas de seguir matando. El jefe de Policía de Cleveland, Calvin Williams, dijo en rueda de prensa que el cerco policial se va a ampliar ante la posibilidad de que Stephens haya conseguido huir a los estados vecinos de Pensilvania, Indiana, Michigan e incluso Nueva York, donde el sospechoso tiene familia.
La prioridad de las fuerzas de seguridad, que ahora cuentan con la ayuda del Buró Federal de Investigación (FBI), es que el sospechoso no siga matando, como aseguró que haría en otros vídeos que subió a la red social de Facebook tras el asesinato. Las autoridades federales han ofrecido una recompensa de 50.000 dólares para quienes puedan ofrecer información para arrestar al sospechoso, al que han pedido que se entregue.
El alcalde de Cleveland, Frank Jackson, aseguró que están "intensificando los intentos de encontrar y entregar a la Justicia a Stephens", cuyas fotos se han distribuido en la prensa, junto con la descripción y matrícula del vehículo que conducía en el momento del asesinato, un Ford Fusion color blanco. Stephens mató este domingo a tiros en directo a través de Facebook a Robert Godwin, de 74 años, a quien eligió supuestamente al azar, mientras que en otros vídeos en la red social aseguraba haber matado a 15 personas e iba a seguir con los asesinatos debido a un despecho amoroso.
"Nuestro objetivo es encontrar al sospechoso antes de que cometa otro crimen", aseguró hoy el jefe de la Policía de Cleveland, Calvin Williams. "No vamos a parar hasta que lo detengamos", aseguró el jefe policial, que ahora cuenta con la ayuda de policías de varios estados, además de la Policía federal. Williams reveló que, tras el asesinato, Stephens se puso en contacto con ellos y fue instado a entregarse, pero no hubo éxito.
Sobre las alegaciones del individuo de que había cometido otros asesinatos, el responsable policial indicó que los investigadores no han encontrado evidencias que apunten a que ese extremo sea cierto. "No hemos detectado que haya más víctimas", aseguró. Stephens, de 37 años y vecino de Cleveland, había escrito en su cuenta de Facebook antes del asesinato que quería matar y en sus mensajes culpaba a su exnovia, que identifica como Joy Lane, de las atrocidades que planeaba cometer.
En el vídeo, que han colgado algunos medios como Heavy.com, pero que Facebook ha retirado, puede verse cómo Stephens va en su vehículo diciendo "encuéntrame a alguien que voy a matar, este tipo aquí mismo, este tipo viejo". Acto seguido, se baja del coche y le dice a Godwin, que en esos momentos paseaba tranquilamente por el barrio de Glenville, que pronuncie el nombre "Joy Lane", nombre de la supuesta exnovia del asesino, porque "ella es la razón de lo que está a punto" de pasarle.
Pese a la confusión de la víctima, que intenta explicarle que no sabe de qué le está hablando, Stephens le dispara a corta distancia y lo mata en el acto. La supuesta exnovia del sospechoso está colaborando con las autoridades y se encuentra bajo custodia policial por miedo a que el sospechoso intente dar con ella. La exnovia envió un mensaje a una cadena de televisión local en el que confirmaba que había mantenido una relación con el fugitivo, y que este se portó bien con él y con su familia. "Estuvimos en una relación durante varios años.
Siento todo lo que ha pasado", indicó a la emisora local de CBS. La madre del sospechoso, Maggie Green, aseguró al canal CNN que vio el sábado a Stephens, empleado en un centro de ayuda psicológica, y este le dijo que sería un "milagro" si se volvían a encontrar. "Él dijo que era la última vez que lo iba a ver", comentó la madre, a quien la conversación le produjo una gran confusión.
Al enterarse del crimen, Green llamó este domingo por teléfono a su hijo, quien aseguró que estaba disparando a gente aleatoriamente porque estaba enfadado con su exnovia. Stephens había mostrado en Facebook su intención de seguir matando e indicios de problemas mentales, así como una gran sangre fría a la hora de exponer su plan.