Coronavirus Francia
'Síndrome del vacunado', en Francia preocupa el aumento de ingresos entre los que han recibido la primera dosis
Las autoridades sanitarias francesas advierten del riesgo que supone "relajar" las medidas barrera entre aquellos que han sido vacunados con la primera dosis contra el COVID-19.
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La vacunación contra el COVID-19 avanza en Francia al igual que en el resto de Europa donde, por fin, parece que la campaña ha alcanzado velocidad crucero. Sin embargo en el país vecino los autoridades sanitarias empiezan a estar alarmadas ante el fenómeno conocido como 'síndrome del vacunado', la persona que recibe la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19, se relaja, y empieza a hacer vida completamente normal.
Los trabajadores de varios hospitales franceses han comprobado cómo cada vez llegan más personas con casos graves de coronavirus que, sin embargo, ya han recibido la primera dosis de la vacuna.
Los sanitarios franceses recuerdan que, si bien una primera inyección procura un cierto grado de inmunidad, lo ideal y más seguro es recibir la pauta completa antes de empezar hacer una vida más normal, que en cualquier caso no puede ser como la que se hacía antes de la pandemia. "No hasta que el virus esté bajo control", apunta el médico generalista Jérôme Marty en declaraciones a la emisora BFMTV.
En la UCI tras el primer pinchazo
"Hay personas que terminan en cuidados intensivos tras haber recibido la primera dosis o contagios en familias enteras en las que todos cuentan con la primera dosis de la pauta".
"Cada vez tenemos más y más pacientes de ese tipo en nuestros servicios. Ven la primera inyección como un 'tótem', pese a que los primeros anticuerpos no empiezan a generarse hasta 15 días después del primer pinchazo. Lo llamamos el 'síndrome del vacunado'", tercia por su parte Benjamin Davido, infectólogo del hospital Garches, a las afueras de París.
En ese sentido, una encuesta publicada recientemente en Francia señalaba que una de cada cuatro personas creía que no era necesario portar la mascarilla después de recibir la primera dosis de la vacuna.
En Francia, que en marzo volvió a decretar otro confinamiento ante el empeoramiento de la situación epidemiológica, 24 millones de personas han recibido ya un primer pinchazo contra el coronavirus, es decir más del 35% de la población, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad galo.
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