Un soldado norcoreano deserta por las fuertes palizas recibidas por el Ejército

El joven militar norcoreano se presentó a primera hora del lunes en un puesto fronterizo de las Fuerzas Armadas del Sur en la localidad de Hwacheon, unos 118 kilometros al noreste de Seúl y situado al borde de la Zona Desmilitarizada (DMZ), la franja que divide a las dos Coreas en el paralelo 38. El joven protagonizó una difícil travesía de más de una semana por terreno boscoso en vehículo y a pie desde que abandonara su puesto el pasado día 7, según reveló el portavoz de Defensa de Seúl. 

El portavoz aseguró que el soldado se encuentra bien de salud y está siendo sometido a una investigación más profunda para conocer más detalles sobre su deserción. Por otra parte, han surgido críticas a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur por no haber detectado la presencia del desertor hasta que éste llegó a un puesto fronterizo, lo que podría revelar lagunas de seguridad. Un oficial del Estado Mayor Conjunto explicó a la agencia local de noticias Yonhap que "había niebla y el bosque es muy frondoso en la zona, por lo que la visión era muy reducida". 

La llegada a Corea del Sur de este soldado ha llamado la atención al ser inusual que se produzcan deserciones a través de la DMZ, una difícil hazaña cuyo último caso registrado data de octubre de 2012. La inmensa mayoría de las más de 1.000 deserciones de Norte a Sur que se registran anualmente, tanto de soldados como de civiles, comienzan en la frontera septentrional con China.